Las grandes empresas del sector, lideradas por el emporio gallego propietario de Zara, crearon una nueva patronal el año pasado para forzar a los sindicatos a negociar un convenio sectorial, algo inédito en este sector, uno de los que emplea a más trabajadores. Las negociaciones han arrancado con mal pie. En primer lugar, porque por ahora las empresas no están de acuerdo con las propuestas de las centrales y en segundo porque hay acusaciones cruzadas.
La manifestación de los sindicatos independientes ANPE, CCP, FASGA, FETICO, FINE, FSIE, SATSE, SLT y USO frente a la Delegación del Gobierno en Galicia es un prolegómeno a otra que habrá en Madrid a finales de octubre.