Tanto el Parlamento Europeo como las Cortes de España tienen códigos éticos que promueven la ética y la transparencia. Sin embargo, el Consejo de la Unión Europea acaba de tirar las orejas a los diputados españoles por obviarlo, salvo algunas pocas excepciones. En el Senado sí se cumple.
En general, la percepción de la existencia de la corrupción y que los corruptos se protegen entre sí, como hacen las organizaciones de tipo criminal, es una opinión mayoritaria en la ciudadanía.