Acusados de pertenecer a la red de Sito Miñanco se desligan del intento de introducir 3,3 toneladas de cocaína en 2017
Una veintena de acusados en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra el narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco, han negado a preguntas fundamentalmente de sus abogados haber tenido relación con las operaciones de tráfico de droga que se enjuician ni con el blanqueo de dinero procedente de la droga o el transporte del mismo.
En esta nueva sesión del juicio, en el que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal juzga también al abogado Gonzalo Boye por presuntamente haber intentado recuperar para la organización de Sito Miñanco una cantidad intervenida en el aeropuerto de Barajas, han declarado, entre otros David Pérez Lago, que según la Fiscalía era uno de los hombres de confianza del 'narco' gallego, y una de sus parejas, Leonor Ivanova Pérez.
Pérez Lago, que según el Ministerio Público se encontraba en un tercer escalón de la organización, ha defendido la legalidad de los negocios que llevaba en el periodo investigado, entre 2016 y 2018, y ha justificado sus movimiento de dinero en efectivo porque su empresa 'Bodegas Eslaga' cobraba pedidos en metálico.
Además, ha sostenido que en los días claves de octubre de 2017 en los que se abordó el buque Thoran, que transportaba 3,3 toneladas de cocaína, él estaba realizando envíos de su bodega y recogiendo una partida de nacimiento en el registro civil por su hijo.
"VENDÍA MÓVILES ENCRIPTADOS"
Otro de los acusados de relevancia, Raymond Van Rij, un ciudadano de origen holandés afincado en Marbella que presuntamente se habría asociado con Prado Bugallo porque "también disponía de un entramado criminal", ha explicado que él solo se ha dedicado a la venta de teléfonos encriptados y que Sito Miñanco tan solo era un buen cliente suyo al que suministró no menos de 50 teléfonos.
En este sentido, a preguntas de su abogado ha sostenido que "nunca" pregunto al 'narco' a qué se dedicaba, se ha desligado de un contenedor con 615 kilos de cocaína que fue aprehendido en Países Bajos, ha dicho desconocer nada relativo al Thoran y, en definitiva, ha lamentado haber estado "en el momento equivocado en el sitio equivocado".
Por su parte, José Antonio González Varela, presuntamente hombre de confianza de Juan Antonio Fernández Fernández --de máxima confianza de Sito Miñanco-- solo ha respondido a su defensa y ha negado cualquier relación con el tráfico de droga.
José Manuel Ferradas, al que el Ministerio Público ubica como otro de los hombres de confianza de Sito Miñanco y que habría participado tanto en las operaciones de introducción de sustancia estupefaciente como en las actividades encaminadas a la ocultación del dinero producto de esta actividad criminal, ha negado todo y ha enfatizado que él siempre se ha ganado la vida con su barco pesquero.
Sí ha reconocido tener relación con Prado Bugallo, eran amigos y tenían "una confianza ya de años" porque sus familias se conocían por ser todos marineros.
ACOMPAÑABA A PRADO BUGALLO
Leonor Ivanova Pérez, al que la investigación ubica como la persona que acompañaba en 2017 regularmente al 'narco' en sus desplazamientos y que estaba al corriente de las operaciones de introducción de droga y tenía capacidad de decisión, este miércoles ha negado los hechos que se le imputan. Sí ha reconocido que acompañaba a su pareja, Sito Miñanco, en diversos desplazamientos pero no para mover dinero.
En el día de hoy ha declarado también Marcos Prado, considerado por los investigadores como uno de los expertos pilotos de embarcaciones que podrían haber colaborado en la introducción de la droga en costas españolas de haber fructificado la operación del buque Thoran.
Éste, a preguntas de su abogado ha sostenido que esos días de octubre de 2017 estuvo jugando un partido de fútbol y luego estuvo también ingresado en el hospital. Ha negado además conducir lanchas y mucho menos ser piloto de ese tipo de embarcaciones rápidas.
También ha declarado este miércoles Ramiro Somoza, al que la Policía identifica con el alias de 'Conde' y del que se señala que también era experto piloto de embarcaciones, "participando decisivamente en la ejecución de las operaciones de introducción de la sustancia estupefaciente transportada por un buque 'nodriza' a través de otras embarcaciones a la costa española".
Sin embargo, a su abogado le ha señalado que nunca se le conoció como 'Conde', que si conocía a Prado Bugallo era porque siempre fueron vecinos y que desconocía cualquier tipo de plan para introducir droga por medio de un buque.
Por su parte, Jaime Albert Brunet, que era propietario del la mercantil Astec Naútica y que, según la Fiscalía suministró a la red del 'narco' "motores y distintas piezas para las embarcaciones, como un jockey o flotadores, que las operaciones ilícitas requería", ha señalado que su relación con dos de los investigados fue estrictamente profesional.
Ha recordado que les vendió un flotador, tres motores Yamaha y un jockey ("que es un sitio para sentarse, no hay más finalidad"), y que por ello se le abonó en efectivo 95.000 euros en diferentes pagos.
Sobre un teléfono encriptado que la organización le habría facilitado, ha señalado que se lo dieron para que lo probara pero que a él no le gustaba llevar dos móviles y no lo utilizó.
Alirio Tovar, al que se ubica con el sobrenombre de 'Sarko, Rigor o Roberto' y como representante de la organización suministradora de la droga, ha explicado que se dedicaba a la explotación y compraventa de esmeraldas, y ha apuntado que si viajó a España en 2017 en realidad fue para visitar a una hermana enferma.
EL CAPITÁN DEL THORAN
Hashim Garibaldi, de nacionalidad azerbaiyana y capitán del buque Thoran, ha explicado que en la teoría lo llevaba él pero en la práctica no. Ha añadido que en su contrato se fijaba que solo iría por el Mar Mediterráneo y el Mar Negro y que haría labores de remolque de un barco de Orán hasta Estambul, y sin emabrgo acabaron navegando hacia Brasil.
Ha negado haber conocido con antelación a nadie de la tripulación, salvo a otro de los encausados, y ha explicado que su plan de trabajo era el descrito, y que en esa labor se les estropeó el piloto automático y que por eso se dirigieron a otro puerto donde, tras arreglar la avería volvieron a dirigirse a su destino.
Sobre el esquema del barco, ha explicado que lo revisó pero en los planos no constaba un tanque vacío que existía y que servía de protección para separar la sala de máquinas del lugar donde se alberga el combustible, lugar donde se halló la droga.
Además, ha descargado toda responsabilidad de comunicación con los contratistas en una tercera persona de origen turco que también consta como encausado en el juicio, Seit Ali Ay.
Sobre cuándo sospechó que había algo "raro", ha señalado a su defensa que fue cuando tras repostar en Canarias se acercaron a Dakar, algo no programado. Tras avisar de que tenían que comunicar el cambio, le dijeron que otros se encargaban y tras esto se dirigieron rumbo a Brasil.
También ha recordado que, en un momento dado de la travesía, un barco con gente armada se acercó a su buque y tras ser abordados empezaron a lanzar "sacos cuadrados" hacia el Thoran. Tras esto, ha indicado que Seit Ali se comunicó con alguien al que dijo que "el pescado está servido". Ha sostenido que no supo donde se colocaron esos sacos. Luego, ha comentado, el Thoran cogió la ruta de vuelta por el Caribe hacia Portugal pero antes fue abordado por la Policía.
El escrito de acusación de Fiscalía sostiene que todos los tripulantes "conocían y habían participado en el almacenamiento, ocultación y transporte de la sustancia estupefaciente con la finalidad de proceder posteriormente a su trasvase a otras embarcaciones".
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