Dormir verano
Dormir verano

 

Giro a un lado. Y al otro. Y vuelta de nuevo sobre uno mismo. Bocarriba. Bocabajo. Mejor con el otro lado de la almohada. Y con una pata por fuera de la manta. ¿Te suena? Puede ser una descripción de tu última noche intentando dormir. Una noche de muchas del verano en la que las altas temperaturas nos impiden descansar correctamente. Son tantas las noches en vela buscando un sueño reparador que uno ya pierde la cuenta. Por suerte, los expertos de la Unidad del Sueño del Hospital Universitari Sagrat Cor de Quirónsalud explican como combatir este problema.

 

"Es evidente que el calor afecta de forma negativa a la calidad de nuestro sueño, que disminuye a partir de los 24ºC de temperatura nocturna, afectando incluso a aquellas personas que acostumbran a conciliar bien el sueño", explican. Las altas temperaturas de noche son una de las causas del insomnio, aparejado en ocasiones a un mayor cansacio o a episodios de apatía e irritabilidad. 

 

A más tempratura corporal más difícil es alcanzar un sueño profundo porque " el cerebro genera menos melatonina, la hormona que segrega el cuerpo humano y que actúa como reguladora y precursora del sueño, fundamental para dormir bien", y a medida que sube la temperatura ambiental resulta más complicado que la duración de los ciclos de sueño sean largas. La exposición a la luz o a pantallas también afecta a nuestro ritmo circadiano, así como los cambios en los horarios, más flexibles en verano y en vacaciones que durante la rutina habitual. 

 

Por eso, desde Quirónsalud insisten en que hay una serie de consejos que debemos seguir para nuestro descanso estival, entre ellos el de no apartarnos de las rutinas de sueño habituales o evitar las siestas largas, superiores a la media hora. No realizar cenas copiosas y siempre dos horas antes de dormir, ventilar los cuartos durante el día, estar siempre bien hidratado, pero evitar las bebidas con cafeína o estimulantes, o ducharse con agua tibia o templada antes de meternos en cama son otros consejos habituales.

 

Tal vez más sorprendentes sean las recomendaciones de irnos a dormir con pijamas de algodón o utilizar en nuestra ropa de cama algodón o lino. Tampoco es aoncsejable dormir con el aire acondicionado, aunque sí podemos usar ventiladores, siempre que la corriente de aire no nos llegue de forma directa.