La nueva ola rompe todos los registros desde la gripalización de la Covid-19 con más de 800 camas ocupadas
Las cifras de hoy son muy malas. Como ayer, y el día anterior, y el anterior a ese, y así hasta el 31 de mayo, momento en el que hubo un cambio de paradigma y la pandemia tomó un rumbo incierto en un escenario en la que los hospitales se encuentran en una situación cada vez más y más delicada. Lo denunciado por CESM en el Hospital Montecelo de Pontevedra, con 40 pacientes en Urgencias esperando por una cama, podría convertirse en la tónica habitual de los centros hospitalarios de Galicia en lo que queda de verano. Y es que la cifra de enfermos de coronavirus en las áreas habilitadas para su atención se encuentra ya en las 806 camas ocupadas, a las que hay que sumar las 30 personas que ahora mismo están siendo tratadas en las UCI.
Las cifras de hoy son muy malas. Como ayer, y el día anterior, y el anterior a ese, y así hasta el 31 de mayo, momento en el que hubo un cambio de paradigma y la pandemia tomó un rumbo incierto en un escenario en la que los hospitales se encuentran en una situación cada vez más y más delicada.
Lo denunciado por CESM en el Hospital Montecelo de Pontevedra, con 40 pacientes en Urgencias esperando 24h por una cama, podría convertirse en la tónica habitual de los centros hospitalarios de Galicia en lo que queda de verano. Y es que la cifra de enfermos de coronavirus en las áreas habilitadas para su atención se encuentra ya en las 806 camas ocupadas -35 más-, a las que hay que sumar las 30 personas que ahora mismo están siendo tratadas en las UCI.
Por si fuera poco, hay que añadir 16 fallecidos más a la cifra de víctimas de la Covid-19 desde el estallido de la crisis sanitaria. El número de muertos repite la experiencia de la semana pasada, cuando el SERGAS estuvo cuatro días sin notificar decesos para luego actualizar la cifra con 16 más. En esta ocasión, la racha sin nuevas muertes se reduce solo a 48 horas. La media semanal de óbitos se encuentra por encima de 4 al día.
Llevamos más de un mes viendo como la situación empeora a diario y como los profesionales sanitarios denuncian que su situación es crítica. Sin refuerzos en la Atención Primaria, sin ni siquiera cubrir las plazas vacantes que dejan los médicos que se van de vacaciones por estas fechas, los centros de salud están desbordados y el tiempo de espera para una consulta, en algunos lugares, supera los siete días por las agendas inabarcables de los médicos de la Primaria.
En este cóctel, no es de extrañar que algunos usuarios, a pesar de que su dolencia pueda ser leve, recurran al Servicio de Urgencias de los hospitales, provocando un tapón que repercute tanto en esos pacientes con un problema no urgente con aquellos que sí precisan una atención inmediata. Esto, sumado al aumento significativo de la población por la llegada de turistas en verano, provoca episodios como el vivido en el Hospital Montecelo de Pontevedra. Podemos aventurar que no será el primer ni el último caso de colapso que veremos este verano.
CIFRAS
La incidencia acumulada semanal sube diez puntos hasta 376 positivos por 100.000 habitantes. La incidencia acumulada a 14 días también crece, y de manera menos disimulada, 22 puntos, hasta los 653 casos por 100.000 habitantes. Los dos índices de transmisión llevan al alza desde mayo.
El doble de la incidencia a 7 días cada vez marca más distancia que la incidencia a 14 días, si bien hoy concede un ligero respiro. La razón de tasas es hoy de 1,15, un 0,01 más que en la última actualización, por lo tanto en la última semana hubo un 15% de positivos más que en la penúltima.
Por otra banda, la positividad se encuentra hoy en el 41,5%. Es la mejor cifra en una semana, pero continúa siendo una estadística preocupante. Es consecuencia no solo del terrible escenario en el que nos encontramos, sino también de la estrategia de la Xunta. Lo que importa es la media semanal, que tampoco deja de crecer, y se encuentra en una cifra récord, por encima del 54%.
TRES CAMBIOS DE MÉTODO ESTOS MESES
Hay que recordar que con el sistema implantado, solo se hacen pruebas a personas mayores de 60 y colectivos especialmente vulnerables, enfermos de cáncer o asmáticos, por ejemplo. También a profesionales sanitarios y trabajadores de residencias.
Ahora tampoco se suman los positivos de autotest caseros, que eran mayoría en el anterior sistema. Esto provoca que los índices de sean muchísimo más bajos de lo que es la transmisión real.
El cambio de método de seguimiento de la transmisión se produjo a finales de marzo. Hubo otro cambio de forma de contar posterior, en hospitalización. El SERGAS redujo el número de días que un hospitalizado cuenta como enfermo de covid. Esto redujo artificialmente la cifra de hospitalizados cuando se ejecutó en la penúltima semana de abril.
En los últimos meses hubo un tercer cambio estadístico producto de la polémica estrategia de 'gripalización', en fallecimientos. A finales de mayo la Xunta dejó de contar todos los muertos con covid. El SERGAS ahora solo informa de los decesos en los que considera que el coronavirus jugó un papel clave, algo que no deja de ser muy subjetivo. Esto también provocó la rebaja artificial de la curva de fallecimientos.
EVOLUCIÓN DE LOS CASOS ACTIVOS
En el porcentaje de cambio diario, hoy el aumento es de un 1,8% del total de infectados. Es una subida leve, pero rompe dos días de bajada. Son 264 casos más en las últimas horas.
La tendencia semanal es cada vez peor. Hoy repunta muy poco, un 0,04%, hasta el 3,46%. Como ayer, en el histórico no encontramos un nivel con este ritmo de subida desde que comenzó el proceso de "gripalizar" la Covid, allá por el mes de marzo. Desde entonces, nunca se habían superado estos datos, en gran medida también por las constantes alteraciones que sufrieron los indicadores con los cambios de criterio repentinos de la Xunta. No obstante, se están fulminando los registros. Y va a más.
DATOS POR ÁREAS
Si bien ayer todas las áreas ofrecían descensos, hoy su comportamiento es mucho más irregular. Pontevedra pierde casos, 43 menos en un día, y Vigo se mantiene con los 2.299 que arrojaba. En esta ocasión, Lugo y Ourense son las áreas que acusan la mayor subida, con 94 casos activos más en un solo día cada una.
ANÁLISIS ACTUAL Y EVOLUCIÓN POSIBLE
Con estas estadísticas, la inferencia que se puede realizar es:
- Los casos activos no dejan de subir, aunque hoy de una forma más disimulada. Sin embargo, pese a que nos encontramos por debajo de los 15.000 casos activos, cifra que sí se alcanzó la semana pasada, el escenario es cada vez peor, y los niveles de transmisión son muy altos, con 1.516 nuevos casos diagnosticados en las últimas horas.
- Como venimos aseverando desde hace semanas, lo más preocupante es lo que atañe a los hospitales, cada vez más llenos y con cada vez menos recursos humanos y materiales. Los 806 hospitalizados en planta son la peor cifra desde febrero de 2021. Y eso que la Xunta ha tratado de reducir la forma de contabilizar los ingresados por Covid en varias ocasiones, reduciendo el número de días que un hospitalizado cuenta como enfermo.
- Y volvemos a la cuestión principal: ¿puede manejarla el SERGAS? Sí, porque ya lo hizo con 1.300 hospitalizados, pero el margen es cada vez menor y la situación no es comparable porque entonces sanidad contaba con más efectivos y las especialidades como medicina interna no vivían un momento tan crítico como el de hoy... Hay que añadir a esto el efecto incierto que el turismo nacional e internacional puede tener sobre la sanidad. Es pronto para hacer conjeturas al respecto, pero desde luego todo lo que se pueda aventurar no es muy alentador.
- El pico de la ola todavía no se vislumbra, porque, insistimos, la llegada de turistas puede acelerar los niveles de transmisión. Habrá que esperar todavía unos días para ver el comportamiento de la ola. Con todo, no parece inmediato.
- La cuestión es, ¿hasta qué punto lo puede pasar mal el SERGAS? Desde luego, y como incidimos constantemente, gracias a las vacunas, no debiera haber problemas en las UCIs. Los pacientes que se ponen graves son muchísimos menos en proporción y, además, una parte de ellos son personas con salud tan delicada que ni siquiera pasan por la planta de críticos antes de fallecer.
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