Escritor nacido en Cabana de Bergantiños, administrador de Noticias Bergantiños, A Costa Verdescente y Poesía Galega Ceibe, entre otras páginas y colectivos. Actualmente es locutor del programa de radio Faros de Radio Roncudo Corme y colabora como redactor de 21noticias.com en la Comarca de Bergantiños, siendo también columnista de opinión en prensa desde hace varias décadas. (foto de Arquivo AELG - distrito Xesmar)
En pleno mes de febrero ningún partido político en Galicia tuvo la gallardía de abanderar el cierre de las dos Alcoas o de cualquier proyecto con chimenea que pudiese generar empleos a coste de los daños que cualquier lugar sufriera, porque bajaban en las encuestas, aunque el resultado fue para muchos la caída de la torre de Babel. Y en un pequeño reducto de la Gallaecia rural, por donde el Camino de Santiago se colorea de verde, armados con pancartas y gaitas gallegas, un grupo de aguerridos aldeanos hacen huir a los informadores de Altri, con su proyector de diapositivas de segunda mano bajo el brazo, asustados por sus “aturuxos” aterradores mientras cantaban cánticos de guerra en un gallego profundo que ni lograron entender.
Algún “carallo” y alguna palabra enxebre fue el detonante de esa espantada de Greenfiber, ya antes desertores de su propia patria, pues tampoco Portugal mordió el anzuelo de sus miles de puestos de trabajo con una nueva bio-cheirona gigante de cuyas aguas tratadas salen truchas fluorescentes con sabor a eucalipto. Y la historia parece repetirse, pues ya en 1976 en Ponteceso, donde alcaldes más bravíos, en tiempos más democráticos, encabezando la Santa Madre de las manifestaciones, sin cantar y sin ruido, con la sola presencia de tres comarcas en una sola calle, convencieron a un Caudillo muy bondadoso, de no plantar una planta de celulosa a pocos metros de la casa natalicia del autor de la letra del himno de esta Galia.
Parece que ya recula la plana mayor de la Pontón y su batallón, pues en febrero apostaron por el voto obrero y hoy, después del Día Mundial del Agua, a los nacionalistos y nacionalistas les parece mucho beber del rio Ulla a esa planta tan Eco-Bio. Y mientras Besteiro fracasó en “febreiro” y se deshinchó su amplio abanico en San Caetano y espera paciente las órdenes de San Pedro Sánchez de ir o venir, o quedar callado, mientras sus candidatos de Melide y aledaños, simpatizantes y afiliados, se decantan por la gaita y la pandeireta para luchar por sus verdes prados desencantados por esos cantos de sirena de la empresa que ya solo apoya el César Rueda y algunos familiares cercanos.
Esta en pie de guerra toda Ulloa y, según pasan las horas, el discurso de los líderes tribales, sean galos o “ruedianos”, suena a duda, un a ver que pasa, balones fuera, que manda Bruselas, y hasta en Palas de Rei titubea el alcalde entrevistado porque los informadores de Altri han emigrado y suenan demasiadas muiñeiras por su propio prado.
“Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otros sin su consentimiento”. (Abraham Lincoln)
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