Muchas miradas estaban puestas este miércoles en la sesión del Congreso- celebrada en el Senado por obras en el hemiciclo del Congreso-, no era para menos. El gobierno de Pedro Sánchez se jugaba aprobar o no sus tres decretos que tanto han dado qué hablar estos días, con distintos protagonistas debido a la posición inicial de algunas de las formaciones de no apoyarlos. Pero como hasta el último minuto, incluso en periodo de prórroga, siempre pueden cambiar las cosas, como así ha sucedido. Al final, Junts, no ha participado en ninguna de las tres votaciones, tras largas e intensas negociaciones con representantes del Gobierno y del PSOE, lo que significa que dos decretos han sido aprobados: el ómnibus y el decreto anticrisis, cuya votación ha tenido que ser repetida por el error del diputado de Sumar Gerardo Pisarello.
La pregunta es, ¿por qué ha cambiado de opinión Junts? Por dos razones: una que puede estirar la cuerda todo lo que quiera con el Gobierno, pero no romperla. Está en juego la vuelta de Puigdemont a Catalunya y eso solo puede ser posible con un gobierno socialista, no con los populares. Dos, que según han explicado rápidamente los emisarios de Puigdemont, han decidido abstenerse “después de llegar a un acuerdo para mejorar el autogobierno y las condiciones de vida de los catalanes”. Según los de Junts eso se traduce en que el Gobierno de Pedro Sánchez delegará a la Generalitat las competencias sobre inmigración a través del artículo 150.2 de la Constitución, mediante una ley orgánica específica para Catalunya. Además, le han prometido la supresión del artículo 43 bis de la ley de Enjuiciamiento Civil, que no es ninguna tontería, porque según Junts ponía en peligro la amnistía y consecuentemente la vuelta de Puigdemont. Además la promesa de la rebaja del IVA del aceite al 0%. El Estado asumirá la totalidad del coste sobre los descuentos y las bonificaciones del precio del transporte público. ¿Alguna cosa más habrán conseguido? Seguro, pero no lo dicen.
Ahora bien, ¿qué cara se le habrá quedado al presidente Aragonés y a ERC tras enterarse de las concesiones del Gobierno a los posconvergentes? ¿Quién gobierna en Catalunya, Junts o ERC? Bonito papelón les toca hacer a los republicanos y al mismísimo Gobierno, ¿Qué habrán conseguido los republicanos y no lo han dicho? Muchos se hacen la siguiente pregunta: ¿Se van a quedar quietas el resto de Comunidades Autónomas?, No, empezarán a pedir, no querrán ser agraviadas, ni catalogadas como de segundas.
Podemos, como había prometido, ha empezado ya su venganza contra la líder de Sumar, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al propiciar que el decreto de medidas sobre conciliación de la vida laboral y familiar y la reforma de los subsidios de desempleo no saliera adelante porque las podemitas se han unidos al PP, Vox y UPN para votar en contra. Es la venganza de las que solo piensan en ellas mismas y no en la ciudadanía que tanto dicen defender. Decía Confucio que “antes de embarcarse en un viaje de venganza, cave dos tumbas”.
La jornada de este miércoles ha sido una vez más la evidencia de que Congreso de los diputados - Senado hoy-, la representación del pueblo, ha sido como el Gran Bazar de Estambul donde se ha comprado y vendido, con regateos, los votos que eran posibles comprar, para sacar adelante dos decretos que traerán mucha cola, no precisamente de caballo.
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