Procuradores del turno de oficio en huelga: "Cobramos 30 € por pleitos de años; no tenemos nada que perder"

Con miles de casos paralizados en todo el país desde que el pasado 21 de noviembre los profesionales del turno de oficio secundasen la huelga indefinida convocada por el Sindicato Venia, la realidad que asumen hoy los manifestantes es la del silencio administrativo. Las protestas se suceden en defensa del sector, exigiendo mejoras laborales y salariales que no son atendidas y que, sin embargo, no merman las intenciones de unos profesionales que se mantienen firmes en su iniciativa pionera, apoyada de forma multitudinaria. 

Como todas las anteriores, la manifestación que se celebró el domingo pasado en A Coruña, y pese a las fechas, tuvo una sensacional acogida por parte de los abogados del turno de oficio y los procuradores de este servicio esencial, que también se mantienen en huelga dos meses después y que parecen ser el gremio olvidado de la Justicia nacional, pese a que su desempeño es fundamental para que salgan adelante los procesos y suponen un gran alivio para la inmensa carga burocrática de los letrados. 

ENCUENTRO CON BOLAÑOS

Nuria Ramón es una de esas procuradoras que se encuentra al pie del cañón y la que asumió el reto el domingo de “abordar” al ministro de Justicia, Félix Bolaños, que se encontraba casualmente en A Coruña el pasado domingo para participar en un acto de los socialistas en el marco de las próximas elecciones gallegas.

“Me lo encontré en La Marina, en una terraza. Estaba reunido tomando un café con tres personas y me acerqué. Fue toda una casualidad, pero lo vimos y ni lo pensamos”, relata Ramón, que destaca el tono “agradable” con el que Bolaños recibió a los profesionales del turno de oficio que le acercaron sus demandas y le reclamaron un encuentro oficial para tratar su situación. 

“A pesar de ese abordaje pudimos hablar del tema, aunque no mucho tiempo porque despertó algo de expectación. Pero dijo que podría recibirnos, que estudiaría la protesta y lo hablaríamos”, explica la procuradora, si bien apostilla que le avanzaron que la reunión no sería ni mucho menos inmediata porque la agenda del titular de la cartera de Justicia es hoy “muy apretada” y que acumula “algunos retrasos”. 

“LAS PALABRAS DE YOLANDA DÍAZ NOS ANIMAN”

El acercamiento con Bolaños se suma a las palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que se comprometió a regular la situación del turno de oficio, a los que tildó como “los ‘riders’ de la Justicia”, unas declaraciones que Ramón, como todo el colectivo, acogieron muy positivamente. 

“Es justo lo que somos. Nos anima e ilusiona que lo vea así. Trabajamos en un servicio público estatal, al que acceden muchas personas con pocos recursos, que no se nos remunera ni por el que cotizamos a la Seguridad Social. No son dos o tres casos. Los procuradores en A Coruña abrimos una media de cien expedientes anuales solo de justicia gratuita”, enfatiza, considerando que “un despacho puede vivir con un centenar de asuntos al año”, pero que ellos, por ese trabajo, no alcanzan ni los 3.000 euros. 

35 EUROS POR AÑOS DE TRABAJO

Lo que no ha cambiado en este tiempo, y si bien no ha habido avances en las negociaciones, es el sentir de todo el colectivo, que se siente “unido” en la lucha. “Cada día se une gente que antes podía tener dudas. Es un grito unánime porque todos sufrimos la precariedad del turno de oficio”, celebra Ramón.

Con todo, recuerda que el turno de oficio es un servicio “obligatorio” cuya remuneración es paupérrima. “Muchos no están dispuestos a estar en el turno de oficio porque no están dispuestos a no cobrar”, denuncia, por lo que pide unas “prestaciones sociales dignas” acordes al desempeño de esta función que comprende un derecho fundamental. 

Sin embargo, y pese a que su oficio es imprescindible en muchas ocasiones -“Somos el nexo entre el ciudadano y el juzgado; estamos haciendo gestiones constantemente y nuestra relación es con los abogados y la administración de justicia, no con los clientes”, detallan-, los procuradores se suman a las protestas porque un día de huelga “podría suponer mucho si tuviésemos algo que perder, pero no es así, no tenemos nada que perder”. “Un asunto, el mejor pagado, pueden ser unos 30 o 35 euros. Pero ese expediente puede suponer varios años de trabajo, algunos pueden alargarse en el tiempo muchos años. Es un solo pago y perdemos dinero. No nos supone nada estar en huelga”, justifica. 

De cualquier forma, la huelga se suma a la gota china que tortura a todo el sector, que viene enlazando crisis y sufriendo las consecuencias desde hace más de un lustro. A la larguísima huelga de funcionarios de 2018 le sucedió la pandemia, a esta la huelga de LAJs, después su propia huelga… “Fueron golpes muy duros. Antes de la pandemia empezábamos a recuperarnos y llegó la Covid. En todas las huelgas que se han hecho los perjudicamos indirectos fuimos nosotros: todo se paralizaba y no entraba trabajo”, recuerda. 

“Siempre estamos en la sombra. Somos como los fontaneros: nos metemos donde nadie nos ve a resolver problemas y que todo funcione correctamente”, formula Ramón. Por este motivo, desde el sector preparan una gran manifestación para el próximo 3 de febrero en Madrid, a donde acudirán abogados y procuradores del turno de oficio procedentes de todos los rincones de la península y las islas. 

“Somos poco conocidos, pequeños y pasamos desapercibidos. Somos los grandes olvidados. Pero tenemos que salir a la calle. Es un camino muy largo. También reclamamos que pasen los fondos de la mutualidad al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Tenemos un problema con la mutualidad y tienen secuestradas nuestras previsiones sociales las compañías aseguradoras. Donde teníamos una pensión ahora tenemos un seguro y nos quedamos sin jubilación. El Estado tiene que tomar medidas para seguir cotizando por ahí”, concluye.