Vecinos de la Ulloa, preocupados por Altri: "Solo hay que mirar a Ence en Lourizán y este es un proyecto 10 veces mayor"
Sindicatos, grupos vecinales y plataformas ecologistas buscan reunir apoyos contra el proyecto industrial que Altri quiere instalar en la comarca y que amenaza no solo con transformar la economía de la zona, sino también el ecosistema. Las denuncias que acumula Altri en Portugal por sus prácticas medioambientales no son alentadoras y resultan una advertencia para la ría de Arousa. Xulio Fernández, del SLG y protavoz de las plataformas de afectados, explica para Galiciapress los recelos de los vecinos que, como él, no ven beneficio alguno en la llegada de Altri y temen que este proyecto traiga más daños que beneficios al rural.
Un proyecto transformador, un polo de emprendimiento, la creación de miles de puestos de trabajo, una industria verde, limpia, que contribuirá a la descarbonización... Son muchas las virtudes que se han escrito en torno a los planes de la portuguesa Altri en Palas de Rei, donde quiere instalar una factoría de fibras textiles con la que revolucionar la economía gallega y, en particular, del interior de la comunidad, tan necesitado de propuestas industriales de calado. Sin embargo, han pasado ya unos años desde el anuncio de este proyecto, cada vez rodeado de más sombras y con un número creciente de detractores que no ven las bondades de esta iniciativa, a la que acusan de disfrazarse de bio y de sostenible para captar fondos europeos.
Este viernes el Sindicato Labrego Galego, la 'Plataforma por unha Ulloa Viva', y diversos colectivos ecologistas y vecinales detallarán en Carril los pormenores de la campaña de alegaciones a la captación industrial de agua solicitada por la compañía lusa para su instalación en el municipio lucense. En la intervención tratarán de explicar tanto su postura como el proceso que hay que seguir para formular las alegaciones contra la factoría. Xulio Fernández, del SLG y portavoz de las plataformas de afectados, considera fundamental llegar al mayor número de personas posibles "ahora que el proyecto industrial está en esta fase".
"Hay que considerar los efectos de este plan sobre la gente que vivimos en estas comarcas ganaderas. Algunos intentamos vivir de la tierra, hacer vida el rural y luchar contra la despoblación, pero vemos como la Xunta no nos ve como prioritarios, y a Altri sí", lamenta Fernández, al tiempo que critica las aportaciones de varios cientos de millones que promete el Gobierno de Galicia para que la factoría de celulosa llegue a Palas cuando "debería ser sostenible con sus propios beneficios y recursos".
EUCALIPTOS, CONTAMINACIÓN, MEDIOAMBIENTE...
Un dinero que podría ir destinado a proyectos agrarios y pequeñas explotaciones pero que se invertirán, denuncia, en una empresa que promete una cantidad de puestos de trabajo "irreal", a juicio del sindicato. Los efectos más inmediatos, sin embargo, serán sobre el medio, ya que supondrá "rodear la fábrica de 100 kilómetros a la redonda con eucaliptos", convirtiendo así "el interior de Lugo, que hasta ahora se había librado de la plaga, en un eucaliptal".
Uno de los temores ante la llegada de Altri es que sus efectos repercutan sobre las actividades ganaderas en una zona donde la producción quesera, en particular de la Denominación de Origen Protegida Arzúa-Ulloa, puede verse amenazada por la actividad industrial y el nivel de contaminación que puede traer consigo.
Así, la consecuencia directa, a juicio de Fernández, es el cierre de muchas explotaciones y el abandono del rural. "No tenemos que inventarnos nada. Hay que mirar a Ence en Pontevedra. Mira cómo están en Lourizán, donde sus propietarios se marcharon de allí en cuanto pudieron. Ya no se molestan en reparar las casas que quedan. Imaginemos esto con un proyecto diez veces mayor en una zona como Palas y Santiso, en un entorno que afectará a algunas parroquias ganaderas con una población envejecida pero que resisten y viven. No sé lo que va a pasar, pero no me gustaría ni me gustará vivir ahí", lamenta.
La noticia de la posible llegada de Altri a la zona fue recibida por muchos vecinos como "un drama", porque lo entendieron como un desafío a su calidad de vida. Pese a los muchos recelos existentes, hasta ahora la Xunta defiende la absoluta fortaleza de este proyecto, sin haber mantenido siquiera encuentro alguno con los vecinos afectados. "No hubo diálogo hasta ahora", incide Fernández, "quisimos que nos explicasen de qué iba el proyecto y solo el Concello de Palas apareció en la reunión vendiendo bondades que ahora, con el DOG en la mano, no son para nada lo que decían".
A raíz de la polémica suscitada estos días y la creciente oposición ciudadana, las administraciones públicas y la empresa han movido ficha y han mostrado su voluntad de "ir a algunos municipios a dar información del proyecto".
LOS ANTECEDENTES DE ALTRI EN PORTUGAL
En ese sentido, el proyecto "bio", "verde" y de "fibras de celulosa" que promulgaban se transformó "en una fábrica de celulosa soluble más, que va a verter 30 millones de litros diario de agua tratada a un tramo de río a 27 ºC". Esto lo que implicará es que se dispare la cantidad de cianobacterias que ya acosan al embalse de Portodemouros en algunas épocas del año, pudiendo llegar los daños medioambientales hasta la ría de Arousa, donde desemboca el Ulla y en donde miles de familias viven del marisqueo y la pesca, ahora pendiente de esta nueva amenaza medioambiental.
No hay que irse muy lejos para hacernos una idea de la catástrofe medioambiental que puede suponer una factoría así en el Ulla. Si vemos las sanciones que han interpuesto las autoridades portuguesas a Altri por los efectos de su actividad sobre el Tajo podemos tener una aproximación de lo que podría llegar a ser si se instala en Galicia.
"Nos preocupa un proyecto de estas dimensiones, con una chimenea de 75 metros de altura a menos de 2 kilómetros del Camino de Santiago, con un radio de acción declarado por ellos de hasta 30 kilómetros, que va a captar 46 millones de litros de agua del río... Si a esto sumas que Altri es la responsable de la desastrosa eucaliptización en Portugal, que favoreció la oleada de incendios hace unos años que se cobró decenas de muertos en el país, o que por sus prácticas medioambientales peligrosas con las manchas de espuma recorriendo el río", censuran desde el SLG, a la vez que ponen en dudas la capacidad del Ulla de alimentar la demanda de agua de la planta en momentos de menor caudal como en verano.
Sin embargo, si tomamos el pulso a la Xunta, y pese al escepticismo que despierta Altri en algunos sectores, la administración que preside Alfonso Rueda se muestra muy tranquila y reafirma el "rigor" y de un proyecto "redondo" desde el punto de vista medioambiental. "¿Cómo vamos a creernos que va a haber garantías cuando no están cumpliendo en Portugal? ¿Cómo vamos a creernos las promesas sobre el papel pero que en la práctica no cumplen?", cuestiona.
"INTERESES ECONÓMICOS Y PERSONALES"
Otro elemento que enturbia este caso es la relación directa entre el Partido Popular y uno de los socios de la papelera, Manuel García Pardo, dueño de la energética gallega Greenalia y exjefe de la exconselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato. Para los críticos esto no es algo que los pille por sorpresa al entender que todo responde a "las famosas puertas giratorias" y a "otros intereses en juego, tanto económicos como personales".
"Cuando una exconselleira de Medio Ambiente forma parte muy interesada de esto, que la empresa local participante del proyecto tiene lazos muy estrechos con el partido que gobierna la Xunta y que salga en tromba una legión de conselleiros en defensa del proyecto... En una situación normal no habría una respuesta así con una empresa de fuera", valora Fernández, que no ve ese mismo esfuerzo del Gobierno gallego en "defender y preocuparse por los vecinos".
"Dicen que con Altri vamos a dejar de ser comarcas pobres. Pobres, dependerá de para quién y a costa de qué. ¿Por qué consideran que somos pobres? ¿Qué políticas provocaron eso? Las de despoblación", reprende Fernández. A renglón seguido, siembra dudas sobre los beneficios económicos que traerá Altri al entorno, con la creación, publicitan, de unos 2.500 puestos de empleo directo.
"No creo que vaya a existir tal riqueza. Los beneficios se irán del país y serán para unos pocos. Aquí había pequeños proyectos y gente apostando por el sector primario. Una industria así no trae riqueza. Pensemos en Touro. La mina no trajo riqueza en su momento. En el tiempo que estuvo activa la zona perdió población. Hoy, con mejores carreteras y más medios, la gente no vendrá a vivir a Palas teniendo Lugo y Santiago a media hora, y los vecinos de irán porque vivir allí no será ni atractivo ni saludable", vaticina.
LOS SIGUIENTES PASOS A DAR
"La nuestra es una comarca con pleno empleo, con empresas que buscan trabajadores y no los encuentran, con un efecto positivo del Camino de Santiago en pequeños negocios de Palas o Melide...¿Cómo repercutirá esta industria?", se pregunta Fernández. Con tantas preguntas sobre la mesa, lo más inmediato es reunir el mayor número de apoyos y seguir dando a conocer el proyecto.
"Seguimos estudiando el proyecto, aunque desde la Xunta digan que no lo conocemos. Me gustaría saber cuántos conselleiros se lo han leído con el mismo detenimiento que nosotros. Ellos han tenido años para hacerlo; nosotros apenas 30 días", castiga Fernández, que también hace hincapié en las especies protegidas que se omiten en los textos y otros elementos "ocultos" a juicio del sindicato.
La iniciativa busca contar con todos los informes para el 17 de abril, cuando se cierra el plazo. "Queremos mover y concienciar a la gente por los efectos de esta celulosa. Cuantas más alegaciones mejor. Estamos hablando con grupos políticos para que se manifiesten en contra del proyecto y queremos que en Europa sepan que los fondos Next Generation no son compatibles con el modelo industrial de Altri", concluye Fernández, mientras dice "no descartar" la convocatoria de movilizaciones próximamente, si bien pide calma e ir "paso a paso".
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