Esta noche dormiremos una hora más: a las 3:00 volverán a ser las 2:00
Los nuevos estilos de vida y las medidas de ahorro energético ponen en duda en la UE los beneficios económicos del cambio de hora, según el IDAE
La madrugada de este sábado 28 de octubre al domingo 29 de octubre a las 03:00 terminará el horario de verano y por lo tantl el reloj se retrasará para volver a marcar las 02:00 y dar comienzo así al horario de invierno, que se extenderá hasta el próximo domingo 31 de marzo de 2024.
Esta noche se dormirá así una hora más, recuperando así el horario de invierno una vez más, de acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los Estados de la UE para lograr un ahorro energético, a pesar de las dudas de la eficacioa de esta medida en este sentido.
Según estimaciones oficiales del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, lo que equivale al 5% del total. De esta cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y los 210 millones restantes corresponderían a los ahorros en los edificios del terciario y en la industria.
Según fuentes del IDAE, realmente no existen en España informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos, ya que el último estudio es de 2015.
En todo caso, observan que las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación, en los sitemas de climatización y en los propios edificios, así como la progresiva introducción del autoconsumo, alteran significativamente los análisis que originalmente se utilizaban para calcular estos datos.
Estas fuentes recuerdan, en esta línea, que el cambio de hora se aprobó en una época distinta a la actual, con hábitos de vida que podrían afectar en mayor medida al consumo energético.
Apuntan también que ahora habría que tener en cuenta otra realidad que es el hecho de que las jornadas de trabajo han cambiado y el teletrabajo se ha ido extendiendo, lo que hace que las rutinas de los ciudadanos ya no coincidan tanto como antes en el mismo espacio-tiempo.
IDAE indica también que no ha realizado estudios, avances o trabajos en este ámbito en los últimos años, exponiendo que el informe más actual lo elaboró la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo en 2018.
EL CAMBIO DE HORA PUEDE AUMENTAR EL CONSUMO DE CALEFACCIÓN
Ese trabajo señala que los cambios estacionales de hora pueden producir ahorros, aunque son marginales y, por tanto, no hay certeza de que los beneficios se obtengan en todos los estados miembros. Asimismo, añade que, aunque pueden producirse ahorros energéticos en iluminación, no es tan evidente que ocurra lo mismo con la calefacción, que podría, sin embargo, aumentar su consumo.
En todo caso, el IDAE admite que los resultados de ese informe son difíciles de interpretar porque están influenciados por factores externos, como la meteorología o el comportamiento de los usuarios.
RECOMENDACIONES
Añade por ello que en el contexto actual hay mecanismos más relevantes que el cambio horario a la hora de lograr ahorros energéticos, como es la sustitución de luces y aparatos por alternativas más eficientes, asegurar que la potencia contratada y la tarifa eléctrica contratada es la adecuada e incorporar pautas de ahorro en casa y en la empresa.
El debate sobre el cambio horario en la Unión Europea comenzó en 2018 cuando la Comisión Europea realizó una consulta pública en la que más del 80% de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron se mostraron a fabor de acabar con los cambios de hora.
En base a este resultado, la Comisión Europea, a iniciativa de Finlandia, propuso finalizar esta práctica y que en marzo de 2019 tuviese lugar el último cambio de hora, pero ante la falta de consenso entre los estados y las evaluaciones de impacto retrasaron la posible anulación del cambio horario.
Aunque la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio de hora, en marzo de este año, la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo apostó por retrasar la eliminación del cambio de hora bianual propuesto por la Comisión Europea, de manera que las capitales tuviesen más tiempo para decidir si el país se queda con el horario de verano o el de invierno.
Las primeras disposiciones sobre el horario de verano se adoptaron en Europa en 1980 y desde el año 200, con la mencionada directiva, quedaron establecidas las reglas que marcan su inicio en marzo y su finalización en el mes de octubre.
Este cambio horario comenzó a generalizarse a partir del año 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloh para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión en enero de 2001, el cambio se aplica con carácter indefinido. La Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por el Real decreto 236/2022, del 1 de marzo.
El 15 de marzo de 2022, el Boletín Oficial del Estado publicó una orden ministerial que recordaba que el Consejo de Ministros del 7 de septiembre de 2018 se creó una Comisión de 14 personas expertas para el estudio de la reforma del cambio horario, así como sobre la conveniencia de mantener en nuestro país la hora de Europa central.
Esta comisión emitió asimismo un informe el 20 de marzo de 2019 que concluía que no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no existiese un consenso compartido y una difusión práctica a los ciudadanos de los riesgos y oportunidades que comporta.
Por otro, que el análisis señalaba que los husos horarioas deberán venir siempre vinculados a los usos del tiempo al objeto de clarificar conceptos y procurar pautas de comportamiento que procuren determinados modelos compartidos como el de la correponsabilidad y no llegaba a ninguna "resolución concluyente", habida cuenta de la "gran cantidad de repercusiones de impacto" que tiene esta medida en campos como el económico o el cultural.
De momento, de acuerdo con esa orden ministerial, el cambio de hora seguirá produciéndose, al menos hasta 2026, cada última madrugada del sábado-domingo de octubre, para iniciar el horario de invierno, y cada madrugada del último sábado-domingo de marzo, cuando se pasará al horario de verano.
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