Maderas Fiber (Faurecia Porriño) cobró 18 millones de subvenciones y ahora busca despedir 103 trabajadores
Faurecia O Porriño, hoy conocida como Madera Fiber Technologies, primero cobró subvenciones, después cerró la planta y ahora pretende que el personal cobre de la administración. Esta es la denuncia que llevan semanas enarbolando los 103 trabajadores de esta empresa de O Porriño, sobre los que pende la amenaza de cierre empresarial. ¿Tiene base su queja?
Según figura en el Diario Oficial de Galicia y en la web del Miniserio de Hacienda, Faurecia Automotive España S.A., una de las sociedades del grupo, ha conseguido más de 18,1 millones de ayudas públicas procedentes de la Xunta y, sobre todo, del Estado desde 2011.
En concreto, del Estado consiguió más de 18 millones de ayudas y avales en los últimos tres años. De esa cantidad, 9,3 millones los cobró en 2020, cuando consiguió 7 millones de euros en avales del ICO para la Transformación Digital y paliar la COVID y otros 2,3 millones llegaron procedentes de una línea de subvenciones del ICO para la reindustrialización.
Esta es el documento de subvenciones cobradas del Estado por Faurecia en los últimos años:
De la Xunta de Galicia no ha cobrado subvenciones en los últimos siete años. Con todo, entre 2016 y 2011 sí consiguió una cantidad relevante. En concreto, 157.461,95 euros, mediante cuatro líneas de subvenciones.
En el verano de 2021, este fabricante francés de piezas de automóviles vendió la factoría a un fondo buitre germano, Callista Private Equity.
PRESUNTA DESCAPITALIZACIÓN
Los alemanes prometieron un plan de inversiones, que nunca se materializó. “Se dedicaron a descapitalizar la planta, llegando incluso a vender los terrenos en julio de 2022 por un precio muy inferior al valor de mercado de 2,4 millones", declara el presidente del Comité de Empresa. El valor de los terrenos era de 11 millones, según una tasación previa, indican los proletarios.
Posteriormente, según la versión de los trabajadores, revendió la factoría por solo 3.600 euros a una empresa rumana, RW FUTURE TECH SRL. El administrador único de la compañía gallega pasó a ser Karl Valentin Wisser Rudiger un empresario alemán, que según el Comité, “se define a sí mismo como 'el enterrador".
Según figura en el registro mercantil alemán, no es la primera vez que los caminos de Wisser y Callista se cruzan, pues este empresario ya fue nombrado en el pasado directivo de una empresa vinculada al fondo.
RW Future Tech SRL tiene domicilio social en Timsiora, Rumanía, y no declara ningún trabajador.
La continuidad de la compañía gallega pende de un hilo. Hace un mes la compañía presentó concurso voluntario de acreedores.
El juzgado número 2 de Pontevedra lo declaró el 26 de septiembre, nombrando administrador concursal a Lener Administraciones Concursales. La causa alegada por los dueños es “estrechos márgenes comerciales con su principal cliente, disminución de la actividad e imposibilidad de renegociar precios de mercado”.
Así las cosas, el centenar de trabajadores denuncia que estamos ante un acto de “terrorismo laboral”. Aún ayer se manifestaron por las calles de O Porriño.
Sus esperanzas pasan porque la Justicia declare una cesión ilegal de trabajadores y les califique otra vez como trabajadores del grupo francés Faurecia.
Eso y encontrar un posible comprador para la planta. Los trabajadores opinan que las administraciones deberían presionar a Faurecia para que recompre la factoría. Para ello han mantenido reuniones con la Consellería de Industria y el Ministerio de Trabajo, dos de las administraciones que en su día subvencionaron generosamente a Faurecia.
RUMBO AL FOGASA
De no conseguirlo, se temen que la Justicia declare cerrado el concurso y ordene la liquidación de la compañía. Tras la discutida venta del princiapl activo, los terrenos, las perspectivas para cobrar unas hipotéticas indemnizaciones de despido no son buenas. Si la liquidación no es suficiente para afrontar estos pagos -hay que tener en cuenta que además hay deudas a la Seguridad Social, según lo indicado en el auto de declaración del concurso- los trabajadores tendrían que recurrir al Fogasa, que tarda años en pagar.
De ahí que alerten que al final "o persoal a cobrar da Administración"; pues en cierta manera Fogasa es parte de la administración, aunque esté financiado con la parte de las cuotas sociales de las nóminas.
Escribe tu comentario