Agreden a un árbitro de 14 años en un partido entre niños de 9 en O Porriño
El propio padre del joven colegiado tuvo que intervenir y llamar a la Guardia Civil, pues el club local, el C.D. Pontellas, se negó a solicitar ayuda pese a los ataques, según la versión del comité de árbitros y de la Federación.
El Comité de Árbitros de Vigo indica que el árbitro "fue objeto de agresión por parte de un espectardor del club local que se abalanzó sobre él con la mano alzada".
El organismo también asegura que fue una seguidora del equipo visitante quien impidió la agresión, pero que los aficionados del Pontellas le dedicaron al chaval, que está en su primer año como árbitro, gritos de "hijo de puta, te espero fuera" y "te voy espabilar yo".
Los colegiados tildan de especialmente grave que el C.D, Pontellas no avisara a la Guardia Civil. El organismo también indica que un directivo justificó las agresiones, indicando que el joven no estaba preparado.
La Guardia Civil está investigando una posible agresión a un árbitro menor de 14 años durante un partido de fútbol entre niños de 9 años en O Porriño, Pontevedra. Los incidentes sucedieron en el partido de benjamines entre C.D. Pontellas y el U.V.C.D. Candeán en el campo de San Campio el domingo por la mañana.
Después del partido, un aficionado intentó supuestamente agredir al árbitro en el túnel de vestuarios. Además, el árbitro recibió insultos y ataques verbales desde la grada durante todo el partido, incluyendo expresiones como "payaso" y "borracho", que fueron registradas en el acta arbitral.
El árbitro pidió al club local que tomara medidas y llamara a las autoridades, pero el club se negó a solicitar la presencia de la Policía y uno de sus directivos justificó la posible agresión. El padre del árbitro finalmente pudo acceder al vestuario y alertó a la Guardia Civil. Con todo, antes el progenitor asegura que directivos del C.D. Pontellas bloquearon su paso.
En un comunicado emitido ayer, el comité local de árbitros advierte de no va tolerar comportamientos así, por lo que espera que se impongan duras sanciones, algo que depende de la Real Federación Galega de Fútbol.
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