Felipe VI viaja a Arabia Saudí con un contrato de Navantia pendiente de firma
Frente a la polémica, desde el PP defienden "tener buenas relaciones con todos los países" y que la delegación puede conseguir carga de trabajo para los astilleros.
El PP defiende el viaje oficial que el Rey efectuará entre los próximos 14 a 16 de enero a Arabia Saudí porque España tiene en este país "intereses que afectan al empleo de muchos españoles", como el contrato pendiente para que la empresa pública Navantia construya cinco corbetas para las Fuerzas Armadas saudíes, lo que garantizará carga de trabajo para los astilleros de San Fernando (Cádiz) y Ferrol.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, José Ramón García-Hernández, ha enmarcado la visita de Felipe VI a la potencia del Golfo Pérsico "dentro de la normalidad" que debe presidir las relaciones bilaterales entre dos países "aliados".
"España necesita tener buenas relaciones con todos los países del mundo en beneficio de sus ciudadanos", ha abundado el también secretario de Relaciones Internacionales del PP, que explica que esto implica relacionarse también con países regidos por regímenes diferentes al español. "Esa es la pluralidad del mundo de la globalización", apunta.
A los partidos como IU y Podemos que han cuestionado la conveniencia de esta visita del Rey a Arabia Saudí, García-Hernández les ha pedido "que no usen esa doble vara de medir" porque hay otros países que tampoco cumplen los derechos humanos pero que les parecen "más aceptables" porque están gobernados por ideologías de izquierda.
"El que quiera trabajar por los derechos humanos tiene que hacer un esfuerzo enorme por defenderlos en todo el mundo. En Caracas y en Madrid", ha incidido.
Preguntado por la posibilidad de que este viaje del Rey permita a la delegación española poner sobre la mesa algún asunto relacionado con los derechos humanos, García-Hernández no ha querido pronunciarse sobre lo que el Rey o el Gobierno deberían hacer --"en una democracia moderna cada institución juega un rol", ha dicho-- pero sí ha recordado que el mundo de las relaciones internacionales "exige el principio de no injerencia en los asuntos internos", principio fundamental de la Carta de Naciones Unidas.
Por eso, ha afirmado que "aquellos que quieren que cada visita se convierta en una injerencia demuestran su desconocimiento del mundo internacional".
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