Anticorrupción pide cuatro años y medio de cárcel para Rato y seis para Blesa por las "tarjetas black"
Sería el castigo al supuesto delito de de apropiación indebida que habrían cometido al utilizar su "tarjeta black" opaca al fisco.
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado una pena de cuatro años y medio de cárcel para el exministro de Aznar, expresidente de Bankia y Caja Madrid Rodrigo Rato. Sería el castigo al supuesto delito de de apropiación indebida que habría cometido al utilizar su "tarjeta black" opaca al fisco. En el caso del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa la pena de cárcel que pide la fiscalía es aún mayor, llegando hasta los seis años.
El fiscal Alejandro Luzón, que no atribuye a ninguno de los procesados el delito de administración desleal, acusa en su escrito provisional de calificación a un total de 66 exdirectivos de Caja Madrid para los que pide penas que oscilan entre uno y seis años de cárcel.
El representante del Ministerio Público también pide tres años de cárcel para el exsecretario de Estado de Comercio José Manuel Fernández Norniella y dos años para el exdirector general financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj y el exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno.
BLESA FIJABA EL LÍMITE
Anticorrupción señala que Blesa autorizó personalmente la entrega de los plásticos y fijó el límite de gasto mientras ocupó la presidencia de Caja Madrid, entre el 11 de septiembre de 1996 y el 28 de enero de 2010. Su número dos, Ildefonso Sánchez Barcoj, se encargó "materialmente", a través de sus secretarias, de dar las indicaciones correspondientes al departamento de tarjetas para la emisión y cancelación de las mismas y las eventuales modificaciones de sus límites.
Los beneficiarios fueron los miembros del Consejo de Administración y la Comisión de Control de la entidad, así como otros directivos que podían utilizar los plásticos para "gastos de libre disposición, incluidos los de naturaleza estrictamente personal, ajenos al desarrollo de cualquier actividad de representación de la entidad o al desempeño de funciones o tareas al servicio de la misma".
De esta forma, según Anticorrupción, "se consagró una suerte de sistema retributivo que carecía de todo amparo legal, previsión estatutaria, soporte en los correspondientes contratos mercantiles o de trabajo o respaldo en acuerdos formalizados o decisiones adoptadas por los órganos de administración de Caja Madrid".
Para dotar de la "necesaria opacidad" a estas retribuciones las 'black' fueron emitidas al "margen del circuito ordinario de solicitud, aprobación, emisión y cancelación de las tarjetas de empresa".
Además, el fiscal Luzón señala que Caja Madrid nunca practicó la correspondiente retención fiscal de estas retribuciones, que cargó en dos cuentas, una correspondiente a los "gastos de los órganos de gobierno" y otra a la de los "quebrantos" provocados por "fraudes, negiglencias y errores internos". Los beneficiarios tampoco tuvieron nunca que presentar justificación documental que acreditara los gastos.
El total de los cargos presuntamente irregulares ascendió a 9,3 millones de euros en la época de Blesa y a 2,4 millones en la de Rato, a lo que hay que sumar otros 245.228,48 euros que fueron gastados por los consejeros ejecutivos y directivos de Bankia bajo la presidencia de este último.
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