El certificado covid, obligatorio para entrar en Portugal, juega a la contra de los trabajadores transfronterizos, advierte el Eixo Atlántico
La nueva reglamentación del gobierno luso, que reclamará el certificado covid para entrar en el país ya sea por vía aérea, marítima o terrestre a partir del 1 de diciembre, supone un perjuicio para muchos gallegos.
El Eixo Atlántico ha expresado sus dudas por esta medida e instan al Gobierno de Portugal a ofrecer "aclaraciones" ante una medida "ambigua".
Frontera con Portugal | Foto: EP
Entidades de cooperación transfronteriza han trasladado este lunes su "preocupación" después de que el gobierno de Portugal haya declarado la "situación de calamidad" en el país vecino por la evolución de la pandemia de COVID, con la obligación de presentar test negativos de detección de la enfermedad para las personas que entren en territorio luso a partir del 1 de diciembre (por vía aérea, marítima/fluvial y terrestre) y hasta el 20 de marzo, y han advertido de los perjuicios que esa medida puede suponer para los trabajadores que a diario cruzan la frontera.
Así, la AECT Río Minho ha solicitado al Ejecutivo portugués "aclaraciones inminentes" por esa decisión, que afecta incluso a personas vacunadas o que han pasado la enfermedad y que dispongan del denominado 'pasaporte Covid' de la UE. "Una vez más, se ha tomado una decisión de manera unilateral sin tener en cuenta a las personas que deben cruzar la frontera todos los días para trabajar, obligándolas a un nuevo gasto", han lamentado desde este organismo.
Su vicedirector, Uxío Benítez, ha contactado con el presidente de la agrupación del CIM Alto Minho para actuar coordinadamente, y ambas entidades se han dirigido al Gobierno de Portugal "para que clarifique su resolución". Asimismo, la AECT Río Minho se ha dirigido a la Delegación del Gobierno en Galicia y a la Secretaría de Estado de Reto Demográfico, responsable de Cooperación Transfronteriza, para que también soliciten "explicaciones" al país vecino.
Benítez ha expresado su esperanza de que se tenga en cuenta a estos trabajadores transfronterizos como "excepciones", porque hacer un test cada día puede suponerles un quebranto económico. "Estamos expectantes ante la respuesta de Portugal. Esta norma, que especifica que debe haber 'las necesarias adaptaciones', si se aplica mal entendida puede generar un perjuicio muy grande. Sería un agravio que les pidan el test", ha afirmado.
Por otra parte, ha cuestionado la validez del pasaporte COVID de la UE "si se permite a los países miembros exigir otras certificaciones" y ha incidido en que la solución a la pandemia "no es cerrar las fronteras", porque esa medida "crea más disfunciones" y no mejora la evolución de los contagios.
ACUERDO EUROPEO
Mientras, desde el Eixo Atlántico, su secretario general, Xoán Vázquez Mao, también ha advertido del "problema" que supondría exigir test de antígenos o pruebas PCR previas a las personas que entran cada día a Portugal por la 'raia', y ha recordado que la propia Comisión Europea ha advertido al Estado luso de que hay un acuerdo a nivel europeo que establece no exigir test negativo a viajeros vacunados procedentes de zonas de la Unión con baja incidencia del coronavirus.
En cualquier caso, el Eixo Atlántico también se ha dirigido al Gobierno portugués para pedir "aclaraciones" sobre las medidas restrictivas que entran en vigor este miércoles. "Estamos a la espera de esas matizaciones, porque la resolución es muy ambigua, e incluso contempla la posibilidad de que las medidas sufran 'adaptaciones'", ha recalcado Vázquez Mao.
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