Paciente del CHUS con dolor en la uretra termina "derivada a Psiquiatría" y pasa cinco meses sin diagnóstico
La Asociación de Pacientes y Usuarios del CHUS hace pública la situación que vive María del Mar O. L., que lleva casi un año esperando por una intervención por un posible divertículo uretral.
La Asociación de Pacientes y Usuarios del CHUS hace pública la situación que vive María del Mar O. L., que lleva casi un año esperando por una intervención por un posible divertículo uretral.
La plataforma denuncia la "violación sucesiva y reiterada de derechos reconocidos" a la paciente, que fue empujada a la sanidad privada por "recomendaciones" desde la pública.
Fachada del CHUS | Foto: EP
El camino de María del Mar O. L. que la ha llevado de sala de espera en sala de espera comenzó el 9 de diciembre de 2020 en un "recorrido doloroso e incapacitante en el que se vulneraron los mis derechos como paciente y me obligaron a recurrir a la sanidad privada por causa de un diagnóstico erróneo y precipitado".
Hace un año, esta mujer comenzó a sentir un dolor muy fuerte en la zona genital, por el que acudió a una ginecóloga privada ante la imposibilidad de concertar cita en el centro de salud Concepción Arenal de Compostela, donde le proponían una consulta para cuatro días después. En la consulta privada la remitieron a una fisioterapeuta y le recomendaron descanso y medicación.
El dolor "insoportable" la empuja a pedir la baja, pero la falta de especialistas le impide tener un diagnósticomás preciso. La doctora de atención primaria "dice que no hay especialista en el CHUS en suelo pélvico y que puede ser que se agarroten los músculos por el sistema nervioso. Me deriva la salud mental, Servicio de Psiquiatría, donde me atienden desde el 14 de enero hasta el 9 de julio con medicación para la ansiedad a pesar de no sentir ningún síntoma en ese sentido", relata.
Además, la recomendación de la sanidad pública es la de acudir a una fisioterapeuta especialista de la privada, a la que acude sin mejorar su estado y que termina recomendándole que regrese a la ginecóloga y "hacer las pruebas que correspondan".
REGRESO A LA PRIVADA Y UN DIAGNÓSTICO CINCO MESES DESPUÉS
"Como no me dan cita hasta agosto (pidiéndola en abril), vuelvo a la ginecóloga privada, desesperada por el intenso dolor. Después de una ecografía la ginecóloga ve varios quistes en la zona de la uretra y sospecha de absceso periuretral. Me remite servicio de Urgencias, donde corroboran el informe y me hacen un TAC", narra la afectada, que ya para entonces llevaba cerca de cinco meses con dolor. No fue hasta mayo que alcanzó un diagnóstico preciso de su problema.
Con medicación y con una cistoscopia en junio, desde el servicio de urología reclaman una resonancia para proceder con una intervención quirúrgica "porque no saben de qué son los quistes". "El 18 de junio de 2021 firmo el consentimiento informado, por lo que se me incluye en el registro de pacientes en espera para una intervención quirúrgica de preferencia 2. A día de hoy, transcurridos 125 días desde la inclusión en la lista de espera, ya me realizaron las pruebas del preoperatorio y todavía no se me citó para la prueba diagnóstica (resonancia)", lamenta. De media, y según las listas de espera del SERGAS, un paciente espera 72,1 días a ser intervenido en Urología en el CHUS y 51,1 días por una resonancia magnética.
Ante semejante demora, la afectada presentó dos reclamaciones, pero solo la primera, del mes de junio, obtuvo respuesta. Sigue pendiente de saber si atendieron o no su reclamación del pasado 6 de septiembre.
"Llevo casi un año de baja con mucho dolor. Pasé cinco meses sin diagnosticar en especialistas que nada tenían que ver con la mi dolencia, por parte de atención primaria, y costeándome la atención en el sistema privado de salud. Esto me está afectando mucho mi vida diaria, por el dolor y por la impotencia de no poder volver a mi vida normal", reprocha, a la vez que denuncia que solo por medio de la privada pudo tener un diagnóstico tras 153 días desde la primera consulta.
VULNERACIÓN DE DERECHOS
Ante estos hechos, la plataforma denuncia que la nueva normalidad está provocando muchos retrasos en atención primaria y para pruebas diagnósticas "por falta de medios humanos suficientes", algo que provoca el abandono asistencial de los pacientes y un deterioro en la atención que reciben los mismos, vulnerando varios de sus derechos en la sanidad pública.
En este caso concreto, la paciente "no solo fue sometida a un tratamiento psiquiátrico que no precisaba, sino que además se vio obligada a tener que pagar de su bolsillo una fisioterapeuta para el tratamiento del suelo pélvico, porque, sorprendentemente, el CHUS no cuenta con especialistas en esta dolencia a pesar de ser una necesidad común después de los partos".
María del Mar sigue esperando por una cita para la prueba diagnóstica que le abra las puertas de un quirófano para una intervención para la que lleva 125 días esperando pero " debió realizarse en un plazo que no debería exceder los 90 días".
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