O Grove se queda sin Festa do Marisco otra vez debido al impacto de la quinta ola del coronavirus

El alcalde dice que no puede asumir los gastos fijos de 300.000 euros y a la vez correr el riesgo de solo poder ofrecer el 30% del aforo y con limitaciones para las consumiciones

Una mujer camina por una calle de O Grove, el día en que entra en vigor el cierre perimetral del municipio, a 8 de abril de 2021 

El Ayuntamiento de O Grove (Pontevedra) ha decidido suspender por segundo año consecutivo la celebración de la Festa do Marisco, prevista para el mes de octubre, por motivos sanitarios relacionados con la pandemia.

El pasado mes de junio, el gobierno local de O Grove anunció el inicio de los trabajos para organizar la fiesta, unas tareas que han tenido que dar marcha trás debido al empeoramiento de la crisis sanitaria.

QUINTA OLA

"En abril y mayo, tanto las noticias que nos llegaban como las previsiones de cara a los siguientes meses eran optimistas y nos daban pie a preparar la fiesta", ha señalado este viernes el alcalde, José Cacabelos, que ha lamentado que la llegada de la quinta ola haya truncado las previsiones de su gobierno.

"Llevamos desde junio esperando buenas noticias sanitarias pero no solo no dan llegado sino que, en el caso de O Grove, han empeorado y hoy somos el único ayuntamiento de Galicia en nivel máximo", ha apuntado el regidor.

SE VA ACABANDO EL TIEMPO

Las restricciones asociadas a ese nivel, reconoce el regidor, hacen que, a poco más de un mes del inicio de la celebración, "sea imposibles gestionar un evento como la Festa do Marisco".

Cacabelos ha indicado que celebrar con las actuales restricciones la fiesta significaría tener que controlar accesos de entrada, no permitir colas ni en la compra de tickets ni en los puestos de producto, además de que todo el público tuviera que estar sentado y tener servicio en mesa.

Y todo ello con un aforo del 30%, lo que, en palabras del primer edil de O Grove, "hace totalmente inviable" celebrar la fiesta al ser "totalmente incompatible" con las medidas sanitarias impuestas desde las administraciones.

COSTE ECONÓMICO
El regidor argumenta que, además, se trata de un evento gastronómico que necesita "de una elevada afluencia de gente para soportar el ato coste que supone llevarla adelante".

Cacabelos asegura que el ayuntamiento "no puede permitirse el lujo" de adelantar los 300.000 euros de costes fijos que acarrea el inicio de la organización de la fiesta "y después no poder recuperarlos".