¿Están bien los mayores en las residencias? Trabajadoras hablan de "esclavismo", familiares de falta de personal y DomusVi rebate las críticas
Sindicatos de las residencias DomusVi, una de las dos grantes firmas de geriátricos en Galicia, alertan de la pobre atención que reciben las personas mayores en varias de sus residencias. Unas quejas que, en conversación con Galiciapress, rebate el grupo, enarbolando su expediente inmaculado, pero que confirma un familiar de una de las usuarias de la residencia de Santiago.
Sindicatos de las residencias DomusVi, una de las dos grantes firmas de geriátricos en Galicia, alertan de la pobre atención que reciben las personas mayores en varias de sus residencias. Unas quejas que, en conversación con Galiciapress, rebate el grupo, enarbolando su expediente inmaculado, pero que confirma un familiar de una de las usuarias de la residencia de Santiago.
LA XUNTA DICE INSPECCIONAR "EL 100%" DE LAS DENUNCIAS CONTRA DOMUSVI
RESPUESTA DE DOMUSVI
Contactado DomusVI por Galiciapress, fuentes oficiales responden a la quejas sindicales argumentando que "las residencias cumplen todos los ratios obligados por la ley, como no podía ser de otra manera" y que todas las inspecciones realizadas por la Xunta a raíz de las quejas han sido superadas con éxito. Además, añaden que el grupo trabaja por todo el Estado, por lo que está supervisado por docenas de administraciones diferentes. El grupo, por otra parte, no entra a valorar en público las críticas lanzadas por particulares concretos.
Empleados de DomusVi protesando en junio frente a la Xunta
UN SECTOR ECONÓMICO PUJANTE DEBIDO A LA CRISIS DEMOGRÁFICA
Galicia se enfrenta a la hercúlea tarea de no marchitarse. La gallega es la tercera comunidad autónoma más envejecida, con una edad media de 47,2 años.
El país ya se encuentra por debajo de los 2,7 millones de habitantes, mientras que en el resto de España la población aumenta a un ritmo moderado. En este escenario, y con la previsión de que nuestro Estado se convertirá en 20 años en el lugar con la esperanza de vida más alta del planeta -85,8 años-, no es raro pensar que parte del futuro de Galicia pase… por las residencias de ancianos.
Con una población tan envejecida como la gallega, el papel de estos centros geriátricos es clave y muy necesario. El problema es que en Galicia actualmente hay más demanda que oferta, con más de 20.000 plazas completas en los geriátricos y una lista de espera por encima de los 1.500 nombres para una plaza, que ronda los 2.000 euros al mes para los particulares. Un precio que no es accesible para todo el mundo, pero que el mercado exprime hasta las últimas consecuencias, sabedor de que la necesidad juega a favor de las compañías.
EL GIGANTE DOMUSVI
De capital francés, DomusVi es la mayor red de centros y servicios de atención a las personas mayores en España y uno de los principales operadores europeos. Sólo en Galicia el año pasado tenía 29 residencias y otros centros: 6 en la provincia de Pontevedra, 13 en A Coruña, 5 en Ourense, y otras 5 en la provincia de Lugo. Es el gran operador en el país, junto a la ourensana Fundación San Rosendo, próxima a la Iglesia.
La empresa, que nació de la fusión de la gallega Geriatros y SARquavitae (los dos mayores operadores nacionales por entonces) gracias a la compra de un fondo francés, se presenta como la que ofrece "la atención más especializada a personas mayores y salud mental del país" dando empelo a más de 21.000 personas y gestionando "más de 25.000 plazas en 198 residencias de ancianos y de atención diurna" solo en España.
DomusVi ha encontrado un terreno fértil en Galicia para crecer. En estos primeros días del año ya ha asegurado su presencia en Pontevedra con la residencia Loureiro Crespo, que se ubicará en los terrenos de la antigua dependencia de la Comandancia de la Guardia Civil.
Bien lo sabe la CEO de la compañía en Galicia, la empresaria gallega Josefina Fernández Miguélez, que con motivo de ser galardonada con el Premio Galicia Global, señaló al sector sociosanitario como "un sector de futuro para el inversor", ya que este ofrece "garantías a largo plazo".
Tan brillante se presenta el futuro que en el último ejercicio, Geriavi, la filial con sede en Vigo, superó sus previsiones llegando hasta los 625 millones de euros en facturación, un 15% más de lo conseguido un año antes, según publica Expansión. Un crecimiento que el grupo atribuye a la calidad. "Contamos con ICG, que cree que el ebitda nace de dar un servicio de calidad y no al revés. Los fondos que hasta ahora nos han apoyado lo tenían muy claro", afirmó Fernández en referencia a la reciente entrada de un nuevo fondo de inversión francés.
Josefina Fernández, CEO de DomusVi, recibiendo un premio de la Xunta
PREOCUPACIÓN DE LOS FAMILIARES
Con todo, y a pesar de lo que reflejan las cuentas de la compañía, el día a día en las residencias no es tan idílico, vista las protestas sindicales y de algunos familiares. El familiar de uno de los residentes en un centro santiagués de DomusVi narró a Galiciapress su versión la situación allí. Aunque las denuncias de los sindicatos muestran una realidad bastante cruda del sector, según este afectado "no se acerca ni a la realidad más próxima" pues "solo dan pinceladas".
"Dopan a los residentes de medicamentos, la comida es poco nutritiva, sin apenas variedad y hay diferencias sangrantes entre el menú que reciben los residentes según están por la pública o por la privada en centros mixtos, falta mucho personal y el que hay en muchos casos no está cualificado, el servicio de limpieza no limpia los aseos con suficiente diligencia y se producen muchas infecciones por ese motivo...". Una interminable lista de quejas, que expone las carencias de una residencia que, según indica, “presume de ser parte de la élite”.
En ese contexto, lo que más le preocupa a los familiares son aspectos como la atención médica o la limpieza. En esa residencia con más de 150 mayores, dice que el doctor solo está de lunes a viernes y de 8 horas a 16 horas. “Si pasa algo a partir de ahí o en fin de semana los derivan a Urgencias y que se ocupen ellos”.
También tiene quejas sobre medicación porque “no hay pautas” para suministrarla a los residentes. “Igual les dan las pastillas con cuatro horas de diferencia como se las dan con 14, y lo hacen sencillamente porque les resulta más cómodo”, advierte. "Yo tuve que pelear para que a mi familiar le diesen el protector de estómago antes de la comida y no después", sostiene el afectado, que aunque sabe que ahora su allegado recibe la medicación de esa forma, cree que el resto de residentes no tienen el mismo trato.
Por otro lado, la limpieza también es objeto de crítica por parte de las familias. “Un solo limpiador para una planta de 40 habitaciones”, expone, a la vez que explica que los turnos de limpieza se eternizan. “Y luego son los propios trabajadores de la limpieza los que sirven las comidas; desdoblan sus funciones”, añade.
Además, también advierte que los centros carecen de medios y materiales apropiados para atender a los usuarios. "Venden que tienen camas articuladas para todos y no es así". Por otro lado, critican la inseguridad en la que viven muchos mayores que conviven con "residentes agresivos" o de "psiquiatría". "Están todos juntos, conviviendo con el resto", lamenta.
“PEOR CON DOMUSVI”
Entre esta retahíla de deficiencias que dice presentan los centros, el afectado muestra su "preocupación" por el trato que reciben los mayores. No obstante, no todos se preocupan. "Allí sabes a quién van a visitar y a quién no...es una lástima porque esas personas muchas veces solo necesitan un poco de afecto, una palabra amable", razona el afectado, que entiende que el centro ha perdido “calidez”.
Coincide con los sindicatos en que las plantillas son cortas y los trabajadores tienen una sobrecarga de trabajo extraordinaria. “Algunos están días sin poder disfrutar de sus días libres”, dice reconocer la profesionalidad de unos trabajadores que, en su mayor parte, velan por que los residentes se encuentren siempre en las mejores condiciones.
Sobre la posibilidad de cambiar a su familiar de complejo residencial, lamenta que el traslado traería complicaciones en el núcleo familiar, porque tendrían que desplazarse mucho más lejos. "Además tengo amigos con familiares en otras residencias y siempre me cuentan experiencias muy parecidas", lamenta el afectado.
QUEJAS SOBRE RESIDENCIAS EN RIBADUMIA, VIVEIRO Y CANGAS
Las asociaciones que velan por el correcto cuidado de los mayores también tienen su lupa puesta sobre la compañía de capital galo. La asociación ‘Vellez Digna’ demanda un incremento de profesionales por la "sobrecarga de trabajo", algo en lo que coinciden los familiares de los residentes. Esta denuncia incluía a las residencias de DomusVi en Ribadumia, Viveiro y Aldán, en Cangas. En esta última advertía que los empleados trabajaban "diez días consecutivos y no pueden beneficiarse de los descansos que les corresponden".
Las asociaciones, a su vez, reclaman un incremento en los ratios de personal-paciente. Así, demandan 4,5 auxiliares por cada diez dependientes y tres por cada diez usuarios autónomos; un trabajador social por cada 100 residentes y un enfermero por cada 20 (en lugar del enfermero y dos auxiliares por cada 200 residentes que dicen existe hoy en día en centros coruñeses durante los turnos de tarde, noche o fines de semana); un terapeuta ocupacional por cada 40 residentes y que el ratio de médicos, fisioterapeutas, terapeutas psicólogos y pedagogos sea de uno por cada 50 usuarios. Cabe recordar que DomusVi asegura que cumple esos ratios legales.
Por su parte, el sindicato de enfermería SATSE también ha alertado del déficit de enfermeros y enfermeras con un ratio “de 0,06 profesionales por cama” (un enfermero por cada 109 residentes), lo que “no hace posible ofrecer una atención y cuidados con la seguridad y calidad que las personas mayores se merecen”.
Protesta de los empleados de DomusVi
Con los ratios actuales, CIG y UGT no han dudado en calificar la situación actual de los trabajadores de "esclavitud" con "turnos anuales de servicios mínimos" y que la gestión de personal que realiza la Consellería de Política Social es "deficiente". Los sindicatos señalan que a día de hoy es difícil encontrar personal cualificado que acepte trabajar en las residencias, que no se cubren las ausencias porque según denuncian "existen dificultades en la Consellería de Política Social para encontrar sustitutos en las listas de contratación temporal, especialmente en las categorías de médico o enfermería".
Además, los trabajadores denuncian que no se les retribuyen el trabajo en domingos y festivos, mientras que desde la CIG destacan la "alta siniestralidad laboral del sector", que cuenta con las tasas de baja por incapacidad laboral "más altas" de los servicios públicos. Por esto, en los últimos meses se han sucedido movilizaciones por parte del personal para reclamar el cumplimiento del convenio del sector, unas reivindicaciones que contaron con el apoyo de plataformas como ASFAREBA, 'Vellez Digna' o el movimiento de los pensionistas MODEPEN.
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