Después del gesto de buena voluntad de los sindicatos de retirar las protestas a finales de febrero, las "largas" de Repsol y Prosegur fuerzan un nuevo calendario de movilizaciones.
La compañía informó de sus cuentas "de récord" a la CNMV. En paralelo, hoy se dieron los primeros pasos para establecer una mesa negociadora en la petroquímica coruñesa.
La empresa de seguridad ha comenzado a dialogar con Repsol para establecer el marco de cara a una negociación con los sindicatos USO y UGT para resolver el conflicto con el personal de la seguridad privada del complejo petroquímico coruñés. Fuentes sindicales señalan a Galiciapress que, si bien no existen todavía "garantías" para la negociación, si hay voluntad de Prosegur de que pueda convocar a los trabajadores a una reunión en los próximos días. Con todo, piden a Repsol la misma predisposición para tratar de abordar las demandas de la plantila de vigilantes de seguridad.
Tras más de un mes de concentraciones los viernes, la plantilla endurece su postura y pasa a celebrar movilizaciones diarias.
El personal encargado de la seguridad en la planta petroquímica de A Coruña se manifestó el pasado viernes por las condiciones laborales a las que se ven sometidos. Los protocolos que Repsol, el cliente, obliga a cumplir a los vigilantes de Prosegur, que presta servicio en el complejo, multiplican la labor de los operarios, que no ven compensado ese esfuerzo con una mejora salarial ni con más medidas seguridad para el desempeño de sus funciones. "No llevamos un detector de sulfhídrico; te puedes encontrar con una bolsa de gas y te la comes", denuncian.
Medio centenar de personas se han concentrado por el inicio de declaraciones de representantes de Repsol y la empresa Nervión
El accidente se produjo, según las hipótesis, por un golpe en la cabeza con una maguera para inyectar hormigón
Repsol afirma que lo ocurrido no guarda relación con la actividad de la propia refinería
Arco Iris denuncia "un aumento severo y prolongado" de los niveles de contaminación en todas las estaciones de medición municipal.
Está ingresada en la Unidad de Quemados del CHUAC, con quemaduras de tercer grado en el 50 por ciento de su cuerpo.