La seguridad privada de Prosegur en la refinería de Repsol A Coruña, al borde de la huelga con protestas diarias

Desde que comenzó el año, viernes sí, viernes también, los trabajadores de la seguridad privada del complejo petroquímico de Repsol en A Coruña se han movilizado en la entrada de la refinería para demandar un diálogo con las empresas para la mejora de sus condiciones laborales y salariales. Prosegur, empresa contratada por la energética para la vigilancia de las instalaciones, no ha dado su brazo a torcer en este tiempo, como tampoco Repsol ha dado pasos de cara a resolver el problema que acosa a la refinería. En este clima, son los vigilantes de seguridad los que han ido un paso más allá, anunciando el endurecimiento de su postura, que mantienen firme y decidida.

PROTESTAS DIARIAS

De esta forma, y sin negociación alguna entre las partes, los vigilantes de seguridad pasan de una movilización semanal a "concentraciones diarias" que "durarán toda la jornada", según anuncian desde la Unión Sindical Obrera (USO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicatos que promueven las protestas. 

En esa línea, los sindicatos denuncian las "provocaciones de Repsol" y el "desprecio de Prosegur" a la plantilla de vigilantes de seguridad, que ha denunciado de manera reiterada la situación crítica en la que se encuentran como responsables de la seguridad de "una infraestructura crítica", como señalaban a Galiciapress fuentes del colectivo.

La decisión ya ha sido trasladada a los sindicatos a la Delegación del Gobierno, de modo que a partir del 20 de febrero las protestas serán "diarias" y "durante toda la jornada ante la planta de Repsol en A Coruña". De igual manera, subrayan que esta situación se prolongará "de forma indefinida" hasta que no se resuelva el desbloqueo de las negociaciones entre las partes. 

"DESPRECIOS Y PROVOCACIONES"

"Después de la protesta que tuvo lugar el pasado viernes en forma de manifestación, desde Prosegur hasta la puertas de Repsol, y sin que esta sea la última prevista ya que el próximo viernes está convocada la última en este formato, USO y UGT ya han comunicado oficialmente a la Delegación del Gobierno su intención de quedarse ante la refinería de forma indefinida a partir del día 20 de febrero", explica USO en su comunicado. 
 

En el texto, el sindicato denuncia que la petición para establecer una mesa de negociación "no ha sido atendida", y que en su lugar lo que se han encontrado es con una "guerra" entre las dos firmas, "culpándose entre ellas del conflicto y sin dar soluciones", lamenta Iván Blanco, secretario de la organización estatal de la Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO). 

"Prosegur culpa a Repsol de negarse a actualizar cualquier retribución o de revisar las funciones que realizan los Vigilantes, a la vez que Repsol se ha pronunciado en varias ocasiones contra los manifestantes, indicando que la refinería no es su empresa y que se vayan de sus puertas", indican.
 

Así, y después de estos "desprecios y provocaciones" a los más de 40 vigilantes que prestan servicio en las instalaciones, los sindicatos entienden que estas actitudes "no hacen más que empeorar la situación del conflicto y endurecer la acción sindical de los convocantes, que a día de hoy no descartan ninguna medida".
 

POCOS VIGILANTES Y DESPLAZADOS

Mientras, los vigilantes siguen realizando sus funciones con todas las dificultades que aseguran encontrar a diario, como el hecho de ser de los pocos colectivos que no disponen en la planta de un detector de sulfhídrico. A renglón seguido, añaden que se encuentran con muy poco personal para los fines de semana o cuando hay barco en Langosteira, a donde tienen que acudir en ese caso, dejando la planta desprotegida. Tampoco cuentan con medios suficientes para cubrir las cientos de cámaras de seguridad dispuestas por todo el complejo y se ven oligados a aceptar "a ciegas" mercancías que pueden ser peligrosas.

"Esto no es Almacenes Pepe, hablamos de una infraestructura crítica donde el control es exhaustivo. Lo triste es que se vende seguridad como un paripé cuando se falla en muchas historias. Queremos que hablen del tema y busquen solución", imploran.