"Tanto el bolígrafo pistola como los cartuchos funcionaban correctamente y estaban aptos para el disparo", destaca el auto.
El culpable es un vecino de Culleredo que conocía a la víctima y entró en su casa en enero de 2021. El se defendió diciendo que allanó la vivienda para robar pero la Guardia Civil dijo que no había sido un robo el motivo de la confrontación. La mujer murió de un único disparo en la cabeza.
El arma estaba descargada, pero provocó a la víctima tal estado que tuvo que ser trasladada a un centro médico.
La policía recibió varias llamadas que alertaban de lo que estaba ocurriendo en plena calle.
A la espera de los resultados de la autopisia, SOS Desaparecidos ha desactivado la alerta. Junto al cadáver se encontró una mochila y una pistola.
El sindicato UFP destaca que el hombre "pensaba hacer uso" del arma, pero la "actuación, con riesgo para la vida" de los agentes, lo impidió.
Pretendía volar a Buenos Aires haciendo escala en Barajas. Había facturado su equipaje.