Los hoteles de Pontevedra han sido blanco de una sofisticada campaña de ciberataques que ha encendido las alarmas en la Federación de Empresarios de Turismo y Hostelería. Los delincuentes llevan a cabo una campaña de phishing que suplanta la identidad de los establecimientos, solicitando pagos ilícitos a los clientes como garantía para asegurar las reservas.