El número de muertos, según algunas informaciones, ronda la docena, mientras que los heridos se cuentan por miles. La detonación de los aparatos de comunicación afectó a militantes de Hezbolá, guerrilla que ha puesto a Israel bajo su punto de mira después de este episodio, considerando que son los servicios de inteligencia sionistas los que se encuentran detrás de esta compleja operación.