La crisis del PSOE de Santiago sigue agravándose y va camino de una escisión de, al menos, el Grupo Municipal. Gonzalo Muíños, el portavoz al que el partido acaba de suspender por 18 meses, insite en que no dimitirá. Lo confirmó esta mañana arropado por tres concejalas, del total de seis ediles socialistas. Son, por lo tanto, cuatro votos en el Pleno que, incluso, podrían ser suficientes para abrirle la puerta de la alcaldía al Partido Popular. En todo caso, la división del PSOE puede entorpecer mucho el gobierno de BNG y Compostela Aberta y, como advierte el alcalde de Ames, tener consecuencias más allá de Compostela.
Aitor Bouza Manso es el líder del PSOE santiagués. Como él mismo dice, recoge la herencia de Xerardo Estévez y Xosé Sánchez Bugallo. En apenas unos meses desde que asumió el cargo ha afrontado dos procesos electorales, unas elecciones autonómicas y otras europeas. Sin embargo, el 24 de junio el PSOE de Santiago con Bouza a la cabeza veía como los seis ediles socialistas del grupo municipal no seguían las directrices marcadas por la dirección local socialista y votaban a favor de la iniciativa presentada por el gobierno municipal de coalición (BNG-CA) sobre viviendas turísticas. Bouza deja ahora este asunto en manos de los correspondientes mecanismos internos del PSOE para dirimir responsabilidades y posibles actuaciones.
Los socialistas gallegos indican que el juzgado de violencia de género santiagués figura en los presupuestos de 2024.
El nuevo líder socialista proclama que "el PSOE de Santiago está de vuelta" y lanza un proyecto para recuperar la Alcaldía