Las proletarias de residencias de mayores en Galicia, organizadas por la CIG empiezan con protestas para exigir mejoras en sus condiciones laborales. También han puesto número a la situación del sector. Cuatro mil euros es lo que se puede pagar por una plaza, menos del salario mínimo lo que cobran algunas trabajadoras y más de 70 ancianos los que tienen que atender, en muchos casos, las gerocultoras.