"No los llevamos al baño a tiempo": trabajadores superados en la residencia Vila do Conde de Gondomar

En la residencia Vila do Conde de Gondomar son muchos residentes y muy pocos trabajadores para atender de manera adecuada, al menos en lo referido a en tiempo y forma, a los usuarios del centro para la tercera edad pontevedrés. Así lo denuncian desde la Confederación Intersindical Galega (CIG), que ha demandado el "incumplimiento en materia de personal" que sucede en el geriátrico de Gondomar, que está provocando una "sobrecarga laboral en las personas trabajadoras que afecta a la calidad del servicio". 

DOS EXPEDIENTES ABIERTOS

En este sentido, y pese a que ya se tramitaron dos expedientes administrativos por no cumplir con los ratios de personal debidos, el sindicato lleva el foco a la Consellería de Política Social, a la que acusan de mantenerse en silencio ante esta situación en una residencia de gestión privada pero con plazas públicas concertadas con el Gobierno de Galicia. Así, y tras una larga conversación con la dirección, el comité de empresa considera "agotada la vía del diálogo" sin que hayan sido atendidas sus reclamaciones. 

Desde Inspección dieron parte de estas carencias, tal y como consta en los dos citados expedientes que desde Política Social todavía no han resuelto. Los documentos se han sucedido en los dos últimos años y el sindicato reprende a la Consellería por su "pasividad", pero también a Inspección de Mayores por no recibir al propio comité de empresa, que en este tiempo ha remitido sendas denuncias a las autoridades por la cantidad de bajas médicas que se están dando entre el personal del centro, totalmente sobrepasado por una situación que ha derivado en cuadros de estrés y ansiedad entre los trabajadores. 

Ante este escenario, el comité plantea llevar a cabo "distintas acciones para visibilizar la conflictividad laboral existente en el centro", pero también programan encuentros con los grupos municipales del Concello de Gondomar y con fuerzas políticas con representación en el Pazo do Hórreo "para intentar que Política Social actúe" a fin de "ofrecer una atención digna". 

USUARIOS MAL ATENDIDOS, FALSEDAD DOCUMENTAL...

La CIG pone el acento en los "riesgos psicosociales" existentes, con el ejemplo de lo que ocurre en el turno de mañana, donde 130 usuarios son atendidos por solo nueve asistentes y una limpiadora. Esto se traduce en que, de media, cada trabajador tiene que atender por las mañanas a unos quince residentes cada uno, lo que implica en muchos casos, considerando la cantidad de personas dependientes que podemos encontrar en estos centros, asearlos, vestirlos o alimentarlos debidamente, todo ello en un tiempo adecuado. 

Por la tarde el escenario no es mucho mejor, según relata la CIG, ya que son siete auxiliares y ni un solo miembro del personal de limpieza, mientras que por la noche la atención queda a cargo de tan solo dos auxiliares y una enfermera. 

"La consiguiente sobrecarga laboral afecta la calidad del servicio: retrasos en los horarios de las comidas y de la medicación e imposibilidad para poder acompañar al baño a los residentes a tiempo de que puedan hacer sus necesidades y a la hora de garantizar una higiene personal idónea, entre otras cuestiones", indica el sindicato. Esto supone un enorme riesgo ya que muchos residentes ven alteradas las pautas de su medicación y de sus comidas, algo que ya ha llegado a oídos de las familias por las propias quejas de los mayores. 

"Ahora las familias ya no pueden acceder al interior del centro como hacían antes; desde la pandemia de la Covid solo pueden estar en la entrada o en el exterior de la residencia", explica Susana Represas, presidenta del comité de empresa. La medida, consideran, trata de opacar la realidad en el interior del centro, algo que también hace la dirección, según denuncia, falseando la hoja de trabajos diarios "con un número de personal que no es real en el día a día".