La canción del verano sonó en el Puerto de Vigo, pero la cantó el público y no Quevedo

El Puerto de Vigo acogió el último gran festival del mes de agosto en Galicia con la primera experiencia de un evento que cuenta con los mimbres necesarios para consolidarse, pero que tiene que pulir algunos aspectos.

Quevedo y su 'Quédate' fueron lo más esperado de una cita con un cartel de altura, con Califato 3/4, Sila Lua o Safree como reclamos. El dúo Ayax y Prok, cabezas de cartel, quedó descabezado por la baja del primero, al que suplió Fernando Costa. 

Primera -¿y única?- edición del Festival de Música Urbana del Puerto de Vigo. Un evento enmarcado en el ciclo de citas musicales que cuentan con el sello de la Xunta de Galicia y el Xacobeo, lanzado por Planet Events y Los40, posicionado para instalarse a largo plazo en la ciudad olívica pero que, como todo primer intento, contó alguna que otra nota negativa, aunque, en sí, el intento también dejó un poso satisfactorio, sobre todo por la calidad del cartel, pese a las bajas de última hora.

EL Nº1 DE REPRODUCCIONES 

El festival arrancó con voces femeninas, reivindicativas y potentes. Sila Lua y Safree prendieron la mecha cuando el sol todavía invitaba a muchos a estar en la playa o en las terrazas. No poder salir y entrar libremente del recinto tampoco favorecía que el público quisiese entrar a las 18:00 de la tarde, por lo que gran parte del aforo apuró los últimos rayos de la tarde para sus quehaceres antes de entrar a disfrutar de las buenas vibras que dejaron la viguesa, arropada por los suyos, y la alicantina, que dejó una propuesta equilibrada y llena de “veneno”. 

Pero toda Vigo, incluso los que se encontraban fuera del puerto afinando el oído, estaba esperando la actuación de Quevedo. El canario ha alcanzado una notoriedad de una dimesión inesperada en los últimos meses. Sería injusto decir que la fama le ha llegado por un solo tema cuando en su lista de reproducción figuran canciones como ‘Frontear’ o ‘Cayó la noche’, que acumulan millones de reproducciones en las plataformas y que fueron los primeros pasos para explicar lo que vino después…pero sí, siendo realistas, la fama a Quevedo le viene por un solo tema. Es imposible ignorarlo cuando todo el Puerto de Vigo y alrededores estaban deseando que sonasen los primeros acordes de la sesión número 52 de Bizarrap, el rey Midas del panorama musical. 

No importaba qué estuviese sonando en ese momento encima del escenario que el público lo que quería es que terminase cuanto antes porque, así, tardaría menos en llegar el ansiado número 1 del verano. Y, entonces, “llegó al club con el combo…”, y las miles de voces de la pista se hicieron una. La del público fue la única que sonó, porque Quevedo ya declaró sus intenciones con los primeros compases: “¡Gente, esta es para que la canten ustedes!”. 

El ‘Quédate’ más esperado en Galicia -Quevedo se cayó de un par de actuaciones por esta tierra, la última en el Neox de A Coruña- sonó como suena cada día en los pafetos, discotecas y romerías de Galicia, ya que fue Spotify el que pinchó el tema. A la gente poco o nada le importó, porque, trasladado a la imagen, ver a todo el puerto de transatlánticos en sintonía fue espectacular, no así la actuación, ya que uno podría esperar que, por los casi 30 euros que costaba cada entrada, las canciones las interpretasen los artistas y no un ordenador. 

DESBANDADA Y ENTRA EL SUR

Una vez sonó la canción estrella y todo el mundo tenía su cachito de grabación para subir a Instagram y presumir de haberla visto en directo -que no escuchado- el puerto comenzó a vaciarse, aunque todavía quedaba mucha noche. El festival no fue precisamente multitudinario, pero en cuanto Quevedo bajó el telón el espacio a pie de pista se multiplicó exponencialmente. Imposible saber si hubiese pasado lo mismo de contar con todo el cartel anunciado. Es significativo porque todos los que venían tras el canario no son ningunos piernas y cuentan con más tablas encima del escenario, además de que su valor en el plano musical puede ser infinitamente mayor.

Es el caso de Califato ¾, que ofrecieron una actuación delirante y gozosa con su particular estilo. La banda andaluza no es el cohete de reproducciones que sí es el de Las Palmas, pero es un conjunto que cuenta con un directo potente y singular, capaz de influir en el público tanto por sus ritmos como por sus letras de denuncia en las que hablan de Andalucía, de la naturaleza o de la puñetera vida obrera. Desde ‘Çambra der Huebê Çanto’ a ‘Crîtto de lâ Nabahâ’, la tradición andaluza, el rock y la música electrónica se adueñaron de un público que respondió con aplausos. 

Era el momento del Mediterráneo cuando Fernando Costa salió a escena. El ibicenco recibió la llamada del festival apenas dos días antes de la fecha. La baja de Ayax, aquejado de una otitis que se le ha complicado más de lo esperado, hizo que Fer cogiese el primer vuelo a Peinador para estar en el Puerto de Vigo. Acompañado de DJ Blasfem -que también flanquea en los ritmos a los gemelos-, Fernandito presentó, parcialmente, su último disco, ‘Tirititando’. No obstante, el público reclamaba clásicos como ‘Pa que lo gocen’, aunque los pequeños fragmentos de ‘Shorty’ o ‘Hasta cuando’ y ‘Oye’ fueron cantados por un público entregado, que aceptó el desembarco del isleño en el festival como mal menor.

PROK PONE EL CANDADO

Solito, sin aquel que lo acompaña desde el vientre materno, se presentó Prok. Sin Ayax, el del Albayzín asumió toda la responsabilidad para poner el broche de oro al festival. 48 horas antes, la gente esperaba escuchar ‘Reproches’ o ‘Spirit’, pero el resultado, sin ser el esperado, fue más que satisfactorio. Prok aprovechó para traer su ‘Cri de la rue’ a la ciudad olívica, y si bien tal vez se echaron en falta algunos temas como ‘Word’ o ‘Pura’, de su último disco, ‘La amenaza’, con la que abrió, o ‘El puchero la abuela’, con la que puso patas arriba el festival, dejaron a la gente con ganas de mucho más. Por suerte, estaba su pana de Ibiza para cantar juntos 'Reina', un tema reclamado e imposible sin la ausencia de Ayax. 

Entre café solo, fresas con nata e infinitas gracias -ya lo entenderán en unos días-, el granadino sació a los asistentes, "los andaluces del norte" como los definió, que se fueron de Vigo pensando que este podría ser un muy buen tiempo extra del Marisquiño. ¿A mejorar? La promoción de un evento con buenos artistas, pero con poca repercusión en redes. Por no tener, no tiene ni denominación oficial. La experiencia fue buena en un recinto limitado y en el que las colas fluyeron rápido, salvo en el momento previo a Quevedo, aunque todavía queda mucho por pulir si la idea es consolidar esta cita de cara a cerrar los próximos meses de agosto en Galicia. “Quédate”, debieron de pensar los asistentes de un festival que, como algún que otro ligue de verano, carece de nombre.