Una mujer niega en haberse apropiado de dinero de su tío de 86 años, que sufría un deterioro cognitivo
La Audiencia Provincial de Ourense ha juzgado este miércoles a una mujer acusada de quedarse con el dinero de las cuentas de su tío, que sufría un deterioro cognitivo y que la había nombrado apoderada con amplias facultades. En la vista, la encausada ha negado los hechos.
Según el escrito fiscal lo sucedido comienza en septiembre del 2019, cuando la víctima, un varón de 86 años afectado por un deterioro cognitivo de origen vascular. En concreto, había sufrido un síncope en la vía pública de O Carballiño, desde donde fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de Ourense y dado de alta al día siguiente.
La acusada, conocedora de que el único hijo de la víctima residía en Roma, trasladó al hombre a su domicilio y no informó a la familia directa de la situación. Además, la Fiscalía señala que, en el mismo mes, "aprovechándose del deterioro y la ausencia del resto de la familia" de su tío, sin hablarlo previamente con su primo y único hijo de la víctima, llevó al octogenario ante el notario, quien le otorgó sendas escrituras públicas.
Una de ellas, según el ministerio público, nombraba a la acusada como apoderada con amplias facultades, particularmente, respecto a cualquiera de las cuentas de la que fuese el titular o cotitular, y en cualquier entidad de crédito para realizar todos los actos admitidos por la práctica bancaria. Además, en otra escritura de la misma fecha, la designó tutora para el caso de incapacidad.
El verano siguiente la mujer acompañó a su tío a la casa de mayores donde ingresó y residió hasta la fecha de su fallecimiento en abril del 2021.
"La acusada, con intención de obtener un beneficio patrimonial ilícito y haciendo uso de los poderes que el acusado le había concedido y de las facultades como autorizada en las cuentas"- recoge el escrito fiscal-, retiró entre esos meses reintegros en efectivos con tarjeta de débito por importe de 22.800 euros y realizó pagos con la tarjeta por importe 20.219 euros.
Ella ha negado los hechos y ha dicho que durante la pandemia su tío le regaló una Thermomix y una piscina desmontable que ascendia a más de 1.000 euros.
También ha manifestado que ingresó en la casa de mayores porque quiso, tras hablar con un amigo que se encontraba allí.
Sin emabrgo, la versión del primo, hijo de la víctima que ejerce la acusación particular, es que tenía buena relación con su prima hasta el verano del 2019. Él vive en Roma y a lo largo de los años llamaba a su padre todos los meses y "más veces si había ocasiones especiales" como fiestas o cumpleaños.
Además, ha dicho que en verano solía volver a Galicia y que, cuando lo hizo en el 2019, lo vio "mal", con "problemas serios", como que "confundía horarios", pero "tenía un carácter fuerte" y no "solía pedir ayuda". También señaló que el hombre "no quería moverse de O Carballiño", por lo que confío en el entorno familiar.
El hijo del octogenario ha sostenido que la relación comenzó a torcerse con su prima cuando ese verano su mujer viajó desde Italia para ver a su suegro y esta no le abrió las puertas del domicilio.
Además, ha dicho que la situación fue a más en septiembre tras la caída del padre, de la que él no se enteró hasta octubre. Sobre este punto, ha asegurado que descubrió este hecho al no ser capaz de contactar con su progenitor el 7 de octubre, fecha de su cumpleaños.
Por ello, ha explicado que llamó a la prima, que le contó la caída y le dijo que se había hecho cargo. Después coincidió con el encierro por la pandemia y cuando volvió a ver a su padre "era como un niño, había perdido mucho".
Del desfalco de las cuentas, conforme ha apuntaod, no se enteró hasta el 2021 y "ella tenía la tarjeta" y el acceso y "podía hacer movimientos".
Los forenses que han comparecido en la sala han determinado que el deterioro cognitivo vascular era "de grado moderado", por lo que no necesitaría ayuda de terceras personas para actividades básicas, pero "es posible y probable" que tuviese afectadas las capacidades para "realizar actividades más complejas". "A partir del 16 de septiembre no considero que estuviese válido", ha manifestado uno de los peritos.
Así las cosas, Fiscalía solicita tres años de prisión por un delito de administración desleal por considerar "significativo" el "cambio en el control de las cuentas" y porque "los gastos se disparan" una vez que es ella titular y "no para atender" a su tío, que ya se encontraba ingresado en el centro de mayores.
"No hablamos de engaño sino de que se excedió en el uso de los poderes para llevar a cabo el desfalco", ha expuesto la representante del Ministerio Público, poniendo como ejemplos gastos de centenares de euros en estancos y más de 3.000 euros en la Clínica Navarra. También ha afirmado que la acusada "creó una situación de vulnerabilidad".
Por su parte, la acusación particular pide seis años de prisión por un delito de estafa por considerar que "sí hubo engaño". Para la defensa "no ha habido ni engaño ni dolo" y la sentencia debe de ser absolutoria.
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