Piden tres años de cárcel para un joven por falsificar un poder notarial y quitar dinero de una cuenta ajena

Fiscalía solicita, en su escrito de calificación, una pena de tres años de prisión para un joven acusado de falsificar un poder notarial para obtener dinero de las cuentas de una persona mayor, unos hechos que estaba previsto se juzgasen este jueves en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Sin embargo, la incomparecencia del acusado, que se encuentra en la cárcel y presentó un justificante médico en relación al motivo de su incomparecencia, obligó a suspender la vista.

Según Fiscalía, que le acusa de un delito de falsedad documental en documento público y otro de intentado de estafa agravada y de estafa, el día 7 de abril de 2021 el encausado se dirigió a una notaría ubicada en A Coruña y "aprovechando un descuido de la empleada sustrajo cuatro folios de papel timbrado exclusivo para documentos notariales".

En los días posteriores, añade, el procesado utilizó esos folios para, "suplantando la firma de la notaría", confeccionar un poder notarial general "en imitación a uno auténtico" en virtud del cual atribuía a sí mismo "la representación con la más amplias facultades de una persona de avanzada edad y aquejada de deterioro cognitivo a la que conocía y cuyos datos personales obtuvo sin que conste el modo".

Así, según explica el Ministerio Público, el día 15 de abril de 2021 "guiado del ánimo de obtener un ilícito beneficio patrimonial" se personó en una oficina de Abanca y exhibiendo el referido poder consiguió que le entregasen en ventanilla 200 euros procedentes de una cuenta de la víctima.

A continuación, los días 16 y 17 del mismo mes, se presentó en varias oficinas de la misma entidad bancaria "haciéndose pasar de nuevo por apoderado" trató de que se le entregase la cantidad de 75.000 euros y de cambiar las claves de la banca electrónica pero "sólo pudo conseguir traspasar 84.400 euros de una cuenta a plazo fijo a otra a cuenta a la vista de la misma perjudicada sin poder disponer de su importe".

En días posteriores, tras comprobaciones de la entidad bancaria "se pudo constatar la falsedad del poder y evitar con ello que el encausado pudiera culminar su inicial propósito". "No consta que Abanca ni el encausado hayan reintegrado los 200 euros distraídos de la cuenta de la perjudicada", puntualiza el escrito.