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¿Una plaga de chinches en Compostela? Hosteleros de Santiago denuncian su llegada con los peregrinos
Hosteleros de la capital gallega denuncian la aparición de estos insectos que relacionan directamente con aquellos que recorren el Camino de Santiago.
Molestas por sus picaduras y la irritación que causan, las chinches se han convertido en un auténtico problema desde Roncesavalles hasta Santiago de Compostela. A lo largo de todo el Camino de Santiago los peregrinos se enfrentan a estos parásitos que, ahora, y con el calor, están muy presentes en la capital gallega, según denuncian desde la Asociación Hostelería Compostela, que critica este problema recurre: "Todos los veranos sucede lo mismo".
"Se intensifica el número de peregrinos que llegan a Santiago y empieza a haber problema de chinches", critica Sara Santos, presidenta de la Asociación Hostelería Compostela, donde ya han comenzado a recibir las llamadas de socios advirtiendo de la presencia de estos insectos diminutos que, sin embargo, son un gran problema, especialmente en este tipo de negocios.
El colectivo insta a todo el sector a "extremar las precauciones" ya que un foco "puede llegar a ser un problema grave". "Que la Xunta de Galicia, los albergues y alojamientos del Camino, y las empresas de transporte tomen conciencia de eso, porque las chinches llegan a nuestros establecimientos en las mochilas de los peregrinos", censura Santos, que ve una relación directa entre los viajeros y la plaga.
Por todo ello, los hosteleros piden "establecer un protocolo de actuación común, pero no solo para los alojamientos, sino también para que los propios peregrinos sean conscientes de que pueden ser picados por una chinche en el Camino y llevarlas consigo en sus equipajes y ropas". Así, insisten en la importancia de "revisar siempre su mochila y sus pertenencias, por si llevan alguna antes de salir del establecimiento, y avisar a sus responsables si así fuera para que puedan tomar las medidas oportunas".
¿CÓMO RECONOCER LAS CHINCHES Y SUS DAÑOS?
Las chinches adultas miden aproximadamente 5-7 mm de largo, tienen un cuerpo ovalado y aplanado, de color marrón rojizo. Después de alimentarse, su cuerpo se hincha y se vuelve más rojo. Tienen un ciclo de vida que puede durar varios meses. Pueden estar presentes en las camas y "atacar" durante la noche.
Se reconocen las picaduras de los insectos, que en casos graves pueden provocar reacciones alérgicas, aunque no está demostrado que transmitan enfermedades, aunque sus mordiscos sí provocan enrojecimiento, hinchazón y picazón en la zona afectada.
En caso de infestación, puede ser necesario contratar a un exterminador profesional. Los tratamientos pueden incluir el uso de insecticidas, calor extremo o frío extremo.
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