Cinco años en lista de espera en urología: la Xunta defiende su gestión frente a la denuncia de un paciente
La Xunta de Galicia ha salido al paso de la denuncia de SOS Sanidade Pública sobre un hombre de A Mariña que lleva más de cinco años esperando una revisión de urología en el Hospital Público da Mariña. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) insiste en que el sistema sanitario organiza la atención según la gravedad clínica, garantizando una respuesta rápida a los casos urgentes, mientras el paciente en cuestión, con una afección leve, está siendo seguido desde su centro de salud.
La Xunta de Galicia ha salido al paso de la denuncia de SOS Sanidade Pública sobre un hombre de A Mariña que lleva más de cinco años esperando una revisión de urología en el Hospital Público da Mariña. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) no desmiente el tiempo en espera pero insiste en que el sistema sanitario organiza la atención según la gravedad clínica, garantizando una respuesta rápida a los casos urgentes, mientras el paciente en cuestión, con una afección leve, está siendo seguido desde su centro de salud.
El Sergas explica que el Servicio de Urología del Hospital da Mariña atiende todas las patologías en función de su prioridad, dando preferencia a los procesos que no admiten demora. En el caso denunciado, aclaran que no se trata de una consulta diagnóstica inicial, sino de una revisión de una dolencia no grave que está bajo control periódico por parte de su médico de atención primaria. Según la Xunta, los análisis regulares permiten detectar cualquier cambio en su estado, y, de ser necesario, el facultativo podría derivarlo de inmediato a un especialista mediante una vía rápida.
Esta respuesta llega tras la queja elevada por SOS Sanidade Pública, que hace días visibilizó la situación de este vecino, quien desde octubre de 2019 espera una cita para controlar sus problemas de próstata, agravados por antecedentes familiares de cáncer. La plataforma calificó la demora como una muestra de "negligencia" del hospital y "falta de humanidad" de la gerencia, exigiendo soluciones inmediatas y convocando una manifestación en Santiago para el 6 de abril.
Un modelo articulado según la urgencia
La Xunta subraya que el Programa Hermes, implantado en toda el área sanitaria de A Mariña, agiliza las derivaciones desde atención primaria al hospital en casos que requieren atención inmediata, siempre según criterios clínicos. Este mecanismo, defienden, asegura que los pacientes con patologías tiempo-dependientes sean atendidos sin retrasos, mientras los casos menos urgentes, como el denunciado, quedan supeditados a su evolución. El Sergas insiste en que, si el estado del paciente lo requiriese, su médico de cabecera podría activar esta vía prioritaria en cualquier momento.
El Hospital da Mariña, como otros centros comarcales, enfrenta una notable escasez de especialistas: de las tres plazas de urología asignadas, solo una está cubierta. Esta carencia obliga a priorizar las patologías más graves, un esfuerzo que, según la Xunta, se sostiene gracias al trabajo de la única uróloga disponible y al apoyo de profesionales desplazados desde el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo. Así, el Sergas afirma que toda la patología urgente y preferente está siendo atendida en tiempo y forma, pese a las limitaciones estructurales.
En este contexto, los datos oficiales del Sergas reflejan que las listas de espera para estudios urológicos en la provincia de Lugo alcanzan los 381 días, muy por encima de la media gallega de 60,8 días para consultas externas con especialistas. Aunque la Xunta destaca haber reducido los plazos para cirugías, reconoce que las primeras consultas especializadas siguen siendo un desafío, especialmente en áreas con déficit de personal como A Mariña.
SOS Sanidade Pública A Mariña, que ya había hecho pública su denuncia, mantiene que la espera de cinco años es injustificable y apunta a un colapso generalizado de la sanidad pública gallega. La plataforma ve en la protesta del 6 de abril una vía para presionar a la administración, argumentando que solo la movilización social forzará cambios. Sin embargo, la Xunta reitera que el paciente no está abandonado y que el sistema está preparado para responder si su situación se agrava.
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