Sanidade cree que el "problema" de las bajas es una "responsabilidad compartida" de pacientes, médicos y administración

El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamño, considera que el "problema" del alto índice de incapacidades temporales en Galicia es de "responsabilidad compartida" entre pacientes, médicos y la propia administración.

Así se ha pronunciado este martes el conselleiro, al ser preguntado antes de un acto en Santiago sobre los datos evaluados el lunes por el Consello de la Xunta y que arrojaron que, entre junio y diciembre de 2024, la Inspección sanitaria detectó y dio de alta unas 13.600 bajas injustificadas de entre las 20.000 evaluadas --un 67 por ciento--.

"Los datos son los que son. Ni sorprenden ni dejan de sorprender, son datos", ha recalcado Gómez Caamaño, quien ha explicado que la clave de este plan fue "gestionar y optimizar todo el proceso de incapacidad temporal" para "conseguir mejores resultados".

Sobre las causas de estas cifras, el titular de Sanidade ha afirmado que es un "proceso multifactorial", que no solo afecta a la Comunidad gallega, que "es creciente" y que tiene "un gran impacto" a nivel no solo sanitario, sino también social y económico, porque "el sistema es el que paga".

En este contexto, ha dicho que este "problema" va "más allá de los pacientes", porque la Administración debe "dar una respuesta rápida" a los casos de incapacidades temporales y los profesionales "deben estar bien formados" para que "el sistema funcione rápido y bien".

"La realidad es que, tras inspeccionar más de 20.000 casos, el 67 por ciento fueron altas al día siguiente, lo cual significa que, si tú haces un buen control de la baja en todos sus aspectos, pues puedes mejorar esos tiempos", ha resumido.

Estos datos forman parte de ese informe sobre el plan de mejora de la gestión de las incapacidades temporales puesto en marcha el año pasado, que incluyó medidas como refuerzos en las áreas sanitarias que presentaron mayores índices de absentismo --Lugo, Santiago y Ferrol-- y la posibilidad de que los servicios hospitalarios puedan prescribir bajas sin que el paciente tenga que acudir al médico de cabecera después de una intervención quirúrgica, por ejemplo.