¿Adiós a la mascarilla en centros de salud, residencias y farmacias este mes? Sanidad convoca reunión
Las mascarillas no ofrecen una protección del 100% contra las enfermedades de transmisión aérea, pero sí son una medida efectiva para reducir el riesgo de contagio, especialmente cuando se combinan con otras medidas preventivas como el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente y la ventilación adecuada de los espacios cerrados.
El ministro de Sanidad, José Miñones, ha anunciado una reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud a finales de junio para debatir sobre la eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias; si bien ha reiterado que la última decisión es de los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Así se ha pronunciado en una entrevista en Radio Nacional recogida por Europa Press. "Hay que hacerlo con rigor, hay que hacerlo con seriedad", ha expresado, para añadir que serán los expertos quienes guíen sobre el proceso de retirada; esto es, si se hace "de forma prolongada, de forma definitiva o de forma escalonada".
¿CÓMO PROTEGEN LAS MASCARILLAS?
Las mascarillas son una herramienta importante para reducir la propagación de enfermedades de transmisión por vía aérea, como la COVID-19. A continuación, te explico cómo protegen las mascarillas:
- Barrera física: Las mascarillas actúan como una barrera física entre el portador y las partículas infecciosas presentes en el aire. Estas partículas pueden incluir gotas respiratorias que son expulsadas cuando alguien habla, tose o estornuda y que pueden contener virus o bacterias.
- Filtración de partículas: Las mascarillas, especialmente las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas N95, están diseñadas con materiales que tienen la capacidad de filtrar partículas pequeñas. Estos materiales atrapan las partículas transportadas por el aire y evitan que sean inhaladas o exhaladas por el usuario de la mascarilla.
- Reducción de la dispersión: Las mascarillas también ayudan a reducir la dispersión de partículas infecciosas en el entorno. Si una persona infectada usa una mascarilla, disminuye la cantidad de partículas que puede liberar al aire, lo que reduce el riesgo de contagio para las personas cercanas.
Además, es fundamental utilizar las mascarillas de manera correcta, cubriendo tanto la nariz como la boca y asegurándose de que estén ajustadas de forma segura al rostro. También es importante seguir las pautas y recomendaciones de las autoridades sanitarias locales en cuanto al tipo de mascarilla que se debe usar y en qué situaciones específicas.
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