Las Urgencias del CHUS colapsan dos veces en apenas seis días: pacientes graves "aparcados en los corredores"

La situación en el hospital compostelano es cada vez más delicada, como denuncia la Asociación de Usuarios e Pacientes do CHUS. El 29 de junio se registró un colapso; ayer otro.

En el primer caso fueron 39 los pacientes que estuvieron aguardando por una cama durante horas en los espacios de trabajo de los sanitarios, seis graves. Este 4 de julio eran 42 los enfermos en la misma situación, nueve de ellos graves.

Con 836 hospitalizados por coronavirus en Galicia, con muchos sanitarios de vacaciones y sus plazas sin cubrir, con la Atención Primaria saturada, con miles de personas que eligen Galicia como su destino vacacional... No es de extrañar que con todos estos elementos aparezca la tormenta perfecta para un nuevo colapso en el Servicio de Urgencias del CHUS, el enésimo en cuestión de muy pocas semanas, el segundo en un margen de apenas seis días en el centro compostelano, y también el segundo de grandes dimensiones en Galicia en cuestión de horas después del denunciado ayer por CESM en el Montecelo de Pontevedra.

NUEVE PACIENTES GRAVES ESPERANDO

Ayer, a las 13:30 horas, y según el relato de la Asociación de Usuarios e Pacientes do CHUS, eran 42 las personas que esperaban en los corredores y zonas de trabajo de los sanitarios por una cama que ya les había sido asignada. Un colapso provocado por " la indiferencia y complicidad de los responsables de esta área sanitaria", denuncia la asociación. 

"La gerencia y el coordinador del servicio mantienen a 42 pacientes con el ingreso firmado en las zonas de trabajo, pendientes de ocupar una cama en planta", comentan, al tiempo que hacen hincapié en que esto supone un nuevo " incumplimiento de la Ley de Salud de Galicia, de los estándares de calidad y recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de las recomendación de la valedora del pueblo".

En este contexto, al menos nueve pacientes graves, "seis del área de Covid y tres de servicios generales", esperaban en camillas y sillas de ruedas "esperando a ser atendidos en los espacios de trabajo". 

COLAPSO EL 29 DE JUNIO

Los usuarios estaban "aparcados" en los corredores, como ya había ocurrido días antes, el 29 de junio, cuando a las 16:20 horas, según reporta la plataforma, eran 39 los enfermos con el ingreso firmado que se encontraban a la espera de una cama. En esta ocasión, eran seis los enfermos considerados "urgentes" por el triaje que esperaban en camillas o sillas de ruedas.

"¿Hasta cuándo se va a permitir que se siga vulnerando el derecho fundamental del paciente a la dignidad y a la intimidad?", cuestiona la plataforma. En esa línea, destaca que la información oficial, "en las últimas 24 horas fueron atendidas en el servicio 405 personas y el nivel de ocupación de las camas era del 59%".

"No existe, por tanto, un nivel de demanda alto en el servicio ni escasez de medios materiales disponibles que justifiquen esta situación. El coordinador del servicio, que está vinculado al código deontológico de la profesión médica colegial, debe velar por los derechos de las personas que acuden en demanda de atención urgente y por el correcto uso de las instalaciones. Es su obligación no permitir pacientes en los corredores ni la utilización de las dependencias como almacén de pacientes que requieren atención en planta", critican.

MÁS MEDIOS, MÁS PERSONAL, MÁS DINERO

En este sentido, como ya han hecho en otras ocasiones, demandan a la Gerencia y al SERGAS que dote de medios humanos y materiales suficientes al servicio y a la Atención Primaria para una correcta atención de los usuarios, "contratando para eso el personal sanitario que sea necesario".

Por otro lado, recuerdan las palabras de Alfonso Rueda, que recientemente consideró que la crisis de la sanidad gallega no era una cuestión de dinero. "Entonces, no se entiende que por una idea ilógica de ahorro se esté incumpliendo de manera reiterada y sistemática el deber de proporcionarle a las personas que tienen que acudir al Servicio de Urgencias una atención digna". 

"El objetivo de los responsables sanitarios puede ser convertir en hábito una conducta reiterada, haciendo con eso que deje de ser noticia y de llamar la atención. Como ciudadanos que aspiramos a que se mantenga el sistema público de salud, no podemos dejar de denunciarlo", concluyen.