El PSdeG rechaza "blanquear" a Baltar con una moción de censura contra Jácome en Ourense tan cerca de las elecciones

Fuentes de la Executiva del PSdeG indicaron ayer a Galiciapress que la prioridad debe ser "preparar la mejor propuesta para 2023". Cuestionados sobre lo avanzado que parecen las negociaciones entre el portavoz municipal y el PP -ya están a nivel de reparto de concejalías- recuerdan que los conservadores "llevan más de tres años y medio manteniendo a Jácome como alcalde y lo que pretenden ahora es limpiar su responsabilidad cuando el mandato se está acabando".

Las citadas fuentes no llegan a desautorizar explícitamente el diálogo con el baltarismo pero a buenos entendedores pocas palabras bastan.  Desde la Rúa do Pino recuerdan que hace unos meses hicieron un intento de abrir un diálogo con el PP para una moción de censura y los conservadores dejaron vacía su silla en la reunión. Indican que aquella invitación se les presentó como la última oportunidad de llegar a un pacto. antes de entrar en la actual recta final del mandato.

Son argumentaciones que destilan, por lo menos, reticencia a pactar con Baltar cuando a penas queda medio año para las elecciones. Un punto de vista similar al de la ejecutiva local. Su nueva líder, Natalia González le recordó ayer a Villarino que la aprobación o no del pacto del PP se llevará "por el libro". Es decir, sometiéndola a las ejecutivas, no solo a local, también a la provincial, a la autonómica y a la federal.

El problema para Villarino es que en teoría tiene la batalla perdida en las ejecutivas local, gallega y federal. A nivel local, el candidato de su bando Xosé Rúas perdió las elecciones internas contra González hace solo unos meses. 

A nivel autonómico, Villarino fue el único líder urbano fiel a Gonzalo Caballero, derrotado hace un año por la actual directiva de González Formoso. A nivel federal, parece imposible que Ferraz se embarre desautorizando a Formoso y a su equipo. Su número 2,  José Manuel Lage Tuñas se quejó en los micrófonos de Onda Cero de que la dirección gallega no tiene constancia oficial de las negociaciones y sentenció que "no participaremos en una maniobra de blanqueo". 

¿El no de sus compañeros impide que Villarino llegue a cualquier tipo de acuerdo con Baltar? Esa es la gran incógnita por resolver.

Al respecto, hay que tener en cuenta un detalle que puede parecer menor, pero que puede acabar siendo clave. Los dos bandos de las negociaciones han filtrado que un posible nuevo gobierno podría ser a tres bandas, incluyendo a Pepe Araújo de Ciudadanos.  ¿Para qué necesitan PP y PSOE el voto de Ciudadanos si entre los dos suman 16 concejales y la mayoría esta en 14? 

Con los 7 del PP y el representante naranja, solo harían falta que votasen a favor 6 de los 9 concejales socialistas. Incluso menos, si la moción logra el apoyo de alguno de los concejales escindidos de Democracia Ourensana. 

La hipotética ruptura del voto en el PSOE de Ourense podría a los socialistas en una situación de guerra civil, que lastraría sus opciones en las elecciones locales. El gran beneficiado sería el PP de Xosé Manuel Baltar. Un Baltar que hace no tanto vetaba incluso hablar con Villarino.  El PP por  ahora ya ha sacado rédito a las negociaciones , al poner en evidencia las grietas internas en el PSOE ourensano.