Preocupación en Neda, Valdoviño, Betanzos y otras localidades por las crecidas e inundaciones en las casas
Ferrolterra, la zona más afectada por el temporal en las últimas horas, lo que obliga a desplazar operarios de la Axega Las precipitaciones de las últimas horas han puesto en alerta a decenas de localidades en Galicia por la crecida del caudal de los ríos.
Las precipitaciones de las últimas horas han puesto en alerta a decenas de localidades en Galicia por la crecida del caudal de los ríos. La vigilancia de la Xunta, que mantiene activo el plan Inungal para monitorizar el nivel de las corrientes, tiene en alerta a los ríos de Rego das Mestas (Valdoviño), Mera (Ortigueira), Mandeo (Aranga), Mendo (Betanzos), Mero (Betanzos), Dubra-Tambre (Val do Dubra), Oitavén (Soutomaior), Labrada (Fraga) y el Ladra (Begonte).
El Gobierno de Galicia advierte que pueden producirse desbordamientos puntuales por las abundantes precipitaciones e instan a la población a adoptar medidas y extremar las precauciones en estos entorno. En la zona de Santa María, en Neda, son varias las viviendas que ya se ven afectadas por la crecida, con el agua alcanzando "hasta metro y medio" de altura.
"FUE COMO UN TSUNAMI"
Según el relato de los vecinos, la rotura de un muro en uno de los laterales del río Besteiro provocó las inundaciones. Jorge López es uno de los vecinos afectados y afirma que ha perdido "absolutamente todo" en su vivienda. "Rompió el portal, cruzó la carretera general, saltó para la casa y fue como un tsunami de repente".
"10 centímetros, 15, 20... y cuando nos dimos cuenta teníamos metro y medio", lamenta el afectado, que vio como la fuerza del agua arrasaba con su vivienda: "Se llevó todo, platos, tenedores, vasos, electrodomésticos, nevera, congelador... Todo lo que tenía". "A día de hoy, todo lo que habíamos trabajado mi mujer y yo, nos quedamos sin nada", afirma con tristeza.
RÍO XALLAS
En Santa Comba la apertura de las compuertas del embalse de la Fervenza provocó que se desbordase el río Xallas a su paso por Dumbría y Mazaricos. El agua alcanzó el albergue de Ponte Olveira y amenazó explotaciones ganaderas. El temporal provocó en la zona desprendimientos de tierra y daños materiales de consideración.
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