¿Va la sardina camino de la extinción comercial? Las capturas han caído a la mitad en dos décadas
Sardina a 40 euros el kilo en lonja. No es una predición, es algo que ya se vió a principios de siglo al hilo del derrumbe de las descargas del pescado más popular en San Xoán. Como muchos otros organismos marinos, la sobrepesca y el cambio climático muestran sus perniciosos efectos.
En cuestión de horas, millones de gallegos se reunirán en torno a una hoguera para celebrar la noche más larga del año. Sobre muchos de esos fuegos se asarán, como manda la tradición, sardinas, pese a su elevado precio de estos días.
Según datos del portal de estadísticas oficiales pescadegalicia.gal, el precio máximo del kilo de sardinas este año ha sido 11,15 euros en lonja.
¿Cuánto se está pagando en los supermercados en línea? Pues en Gadis, por ejemplo, se está vendiendo en torno a 12 euros el kilo y en el Eroski a unos 7 euros el kilo.
Son precios relativamente moderados, muchísimo más bajos de los que casi 40 euros en kilo que se llegó a vender en lonja en 2002, según datos de la Xunta. Un precio que se justificó porque aquel año hubo lo que se consideraba por entonces poca sardina, se vendieron unas 11,5 toneladas.
11,5 toneladas era por entonces poca sardina, que justifica precios altos. Hoy sería un récord no visto en casi dos décadas. Y es que la sardina, como tantas otras especies que pesca la castigada flota gallega, está escaseando de nuestros mares a un ritmo preocupante.
La media móvil a tres años de ventas de este pescado en las lonjas gallegas tocó techo en torno a 2005 con más de 20 toneladas. En los últimos años este indicador está en torno a los 8 toneladas. Es decir, un descenso de más de la mitad.
Y eso que en los últimos ejercicios no han sido malos, pues a finales de la pasada década el indicador cayó a menos de tres toneladas, es decir, un descenso de aproximadamente del 85% en un par de décadas.
LOS INGRESOS SE MANTIENEN
El sector ha logrado mantener sus ingresos en buena medida al aumento de precios. De hecho, el año pasado se batió el récord de facturación en lonja, casi 7 millones de euros, a pesar de que las capturas distan muchísmo de las de hace unas décadas.
VARIOS FACTORES RELACIONADOS CON EL HOMBRE
La sardina del Atlántico norte, conocida científicamente como Sardina pilchardus, es una especie que se encuentra en aguas costeras y es objeto de importantes pesquerías en países como España, Portugal, Francia y Marruecos, entre otros. Durante muchos años, la sardina ha sido una especie de gran importancia económica y cultural en la región.
En las últimas décadas, se han observado disminuciones significativas en las poblaciones de sardina del Atlántico norte. Estas reducciones se han atribuido a varios factores, como la sobrepesca, cambios en el ecosistema marino y fluctuaciones naturales. El estado del stock varía en diferentes áreas y subpoblaciones, pero en general, se ha destacado la necesidad de una gestión sostenible para garantizar la recuperación de las poblaciones de sardina. Algo que en el caso de Galicia parece que se empieza a notar, aunque es muy temprano para lanzar las campanas al vuelo.
Organismos científicos y pesqueros han estado llevando a cabo investigaciones y monitoreo continuo para evaluar el estado del stock de sardina y recomendar medidas de gestión adecuadas. Estas medidas incluyen establecer límites de captura, implementar tallas mínimas de captura, regular las temporadas de pesca y promover prácticas pesqueras sostenibles.
La regulación de los límites de captura de la sardina en el Atlántico norte es responsabilidad de la Unión Europea (UE) tras escuchar a los Estados miembros y las organizaciones pesqueras regionales. La gestión de la pesca se basa en datos científicos y en el enfoque del rendimiento máximo sostenible (RMS), que busca asegurar la explotación sostenible de los recursos pesqueros.
Una medida clave ha sido el establecimiento de Totales Admisibles de Capturas (TAC). Buscan controlar la cantidad total de sardina que se puede capturar en una determinada área o región. Los TAC de la UE se basan en evaluaciones científicas del estado del stock y en los consejos de entes científicos, como el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) o el IEO de España.
En general, hay una tendencia de reducción en los TAC de sardina en el Atlántico norte. Estos son algunos de los factores que pueden estar detrás de la progresiva disminución de la sardina
Sobrepesca: La sobrepesca es una de las principales amenazas para la sardina y otros recursos pesqueros. Aún hoy la Guardia Civil pillaba a un cerquero faenando en una zona prohibida cerca de Muros. Si se captura sardina en cantidades superiores a las que pueden reproducirse y reponerse, las poblaciones disminuirán.
Cambios en el ecosistema marino: Los ecosistemas marinos son altamente complejos y están sujetos a cambios naturales y antropogénicos. Variaciones en la temperatura del agua, cambios en la disponibilidad de alimento y otros factores ambientales pueden afectar la distribución y abundancia de las especies, incluyendo la sardina. El calentamiento global hace pensar que muchas de las especies pueden sufrir problemas a la hora de adaptarse a las nuevas temperaturas, cambiando, cuando pueden, sus zonas de cría.
Condiciones oceanográficas desfavorables: La sardina es una especie pelágica que depende de las condiciones oceanográficas adecuadas para su reproducción y supervivencia. Cambios en los patrones de circulación del agua, la temperatura oceánica y la disponibilidad de nutrientes pueden influir en la presencia y abundancia de la sardina en una determinada área.
Impacto de la pesca industrial: La pesca industrial a gran escala, incluyendo las flotas de arrastre, puede tener un impacto significativo en las poblaciones de sardina. Estas técnicas de pesca pueden capturar grandes cantidades de sardina de manera indiscriminada, lo que afecta negativamente a las poblaciones y a otras especies que dependen de ellas. Es uno de los motivos por los que la UE está prohibiendo cada vez más la pesca de arrastre, entre las protestas de la Xunta y de la mayoría de pescadores.
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