Borja Iglesias, entre Vallecas o regresar a casa
El delantero santiagués sospesa sus opciones, con Rayo y Celta como los más interesados en sus servicios.
Borja Iglesias ha comenzado a entrenarse con el Real Betis consciente de que, o mucho cambia la cosa, o no vestirá de verdiblanco por mucho más tiempo. El delantero santiagués tiene los días contados en Sevilla, a donde regresó después de una gloriosa cesión en enero al Bayer Leverkusen, campeón de la Bundesliga y la Copa de Alemania. Sin sitio en las filas de Pellegrini, ahora se debate entre dos opciones: o empezar una nueva carrera en el Rayo Vallecano o regresar al Celta de Vigo, donde suspiran por el compostelano.
El ariete tiene estas dos novias muy pendientes de sus pasos. El Betis quiere desprenderse de él y lo haría por una cifra cercana a los 8 millones de euros, según anuncian desde el Villamarín. Con 31 años, al 'Panda' todavía le quedan muchos zarpazos que dar, pero está por ver si como franjirrojo, en un equipo que por sus valores "de barrio" podrían encajar en la filosofía que siempre ha llevado por bandera el futbolista gallego, o como celeste, en una revancha después de un paso histórico por A Madroa pero sin oportunidades en el primer equipo.
Por otro lado, también se ha especulado con el interés de equipos alemanes, como el Stuttgart, que lo tendría en la recámara por si finalmente se va su goleador Guirassy, e incluso desde Francia, donde figura en la agenda de varios equipos de la Ligue 1.
DEL AGRADO DE GIRÁLDEZ
No obstante, y después de ver como se esfumaban las opciones de contratar a Iker Losada -precisamente fichado por el Real Betis-, en A Sede trabajan para seducir a Borja Iglesias, que llegaría para comandar el proyecto de Giráldez y hacer olvidar a Strand Larsen, su máximo artillero la pasada campaña, vendido ya al Wolverhampton.
Pese a todo, el técnico celtiña ya tendió la mano a Iglesias: “Borja es un jugador que conocemos muy bien, tuve la suerte de coincidir un año con él en el Celta B y es un jugador de mi agrado. Ya veremos que va pasando”. La pelota está en el tejado del canterano.
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