La Xunta impide la enseñanza en gallego al no dar a los centros el material lectivo adecuado, sostiene A Mesa

“Dejo a mi hija en el cole hablando gallego y sale hablando castellano”. ¿Por qué pasa esto? Esta es la pregunta que se hacen muchos padres en una Galicia que ha visto como desde el hogar se incentiva el uso del gallego como lengua vehícular, pero que parece truncarse en los centros escolares, donde tal vez la apuesta no es tan decidida por la lengua propia. Desde A Mesa pola Normalización Lingüística, donde recogen todas las reclamaciones que les hacen llegar progenitores y docentes han hecho una radiografía al sistema educativo a partir de la que han sacado el siguiente diagnóstico: la Xunta no está poniendo de su parte.

No solo no está poniendo de su parte, sino que está sembrando el camino de minas para que el gallego compita en desventaja ante el castellano, contraviniendo su propio decreto para el plurilingüismo. En el informe ‘O galego nos centros públicos de ensino secundario obrigatoria: avaliación do decreto 79/2010’, bajo la autoría de Nuria Fociños, se evalúan los efectos del decretos para el plurilingüísmo en los 303 centros públicos de Enseñanza Secundaria Obligatoria en la comunidad, a través de los ‘Proxecto Lingüístico de centro’ (PLC) con los que cuenta cada instituto y que deben ser evaluados por la Consellería de Educación -encargada de suministrar los materiales- cada cuatro años. 

La conclusión es que con los planes actuales y con el decreto para el plurilingüismo vigente “el equilibrio es imposible de conseguir”, porque el castellano cuenta con mucha mayor presencia que el gallego, favorecido por la Xunta, pese a que en muchas materias no existe prohibición expresa del uso del gallego, pero desde el gobierno no posibilitan que esas clases puedan impartirse en otra lengua que no sea el castellano. 

UN IDIOMA "PROHIBIDO"

“Todas las evaluaciones coinciden en señalar que el decreto no garantiza las competencias en gallego con las que debe contar el alumnado al acabar cada etapa educativa”, refleja el informe. La presentación del mismo contó con su autora y con Marco Maceira, presidente de A Mesa, que desgranó la importancia de este texto donde se analiza el reparto horario del tiempo que corresponde a cada lengua en el horario lectivo. 

Aquí se comprueba que en áreas de Física y Química, Matemáticas y Tecnología “el gallego está prohibido”, según Maceira.  El problema es que en el resto de materias tampoco se establece un equilibrio como el que defendía el Partido Popular durante la aprobación del decreto, “un cóctel molotov explosivo” junto con la LOMCE, como lo califican desde A Mesa, y un aspecto que denunció la organización de forma reiterada y que ahora, con la puesta en funcionamiento de la LOMLOE, querían volver a evaluar, sin obtener resultados más esperanzadores.  
 

Los PLC deberían estar disponibles en las webs de los centros y actualizados al tratarse de información pública, pero no siempre es así. Para el análisis de los Proxectos, Fociños destaca que era bastante habitual “que estuviesen muy escondidos o directamente desfasados”. Así, en tres de cada cinco tienen su PLC desactualizado o no ofrecen información en su web. “Solo cumplirían los mínimos el 40% de los centros”, critica Maceira, lo que indica “una dejación de funciones de la Consellería”.  
 

En los Proxectos se establece que la distribución horaria existe “una desviación” en favor del castellano, con más de medio centenar de centros con libros de texto que presentación variaciones entre la lengua en la que se imparte la materia. En el programa EDIXGAL (programa del libro electrónico de la Xunta) A Mesa se sorprende de ver que “además de las materias en las que está prohibido el uso del gallego hay siete más en las que se prohíbe de facto: seis en 4º de ESO (Filosofía, Plástica, Música, Cultura Clásica, Latín y Economía)  y una en 3º de ESO (Cultura Clásica)”. Esto deja una carga horaria de 30 horas en gallego, 50 en castellano y 16 en otras lenguas en estos centros. 
 

“Esto es especialmente grave. No llega con que se prohíba el gallego en algunas materias, sino que la Xunta, a través de los materiales con los que debería abastecer a los centros, impide que se impartan las clases con material didáctico y libros de texto digitales en gallego”, reprende Maceira, lo que supone “incumplir el marco legal que estableció el propio Partido Popular”. Fociños, por su parte, afea la tendencia a relegar al gallego “exclusivamente a la cultura y al folclore”, estableciendo actividades como el Magosto, “prototipicamente gallegas”, dejando de lado “la lengua y el estudio de la lengua”. 

Esto ayuda a que las cifras publicadas por el Instituto Galego de Estatística (IGE), donde se recoge que cerca uno de cada tres menores de 15 años dice no saber escribir en gallego y casi uno de cada cuatro dice no saber hablarlo, crezcan paulatina pero continuadamente. Al tiempo, cabe destacar que otras materias ofrecen varias posibilidades en cuanto a sus libros de texto, pero de tres alternativas solo una está en gallego, salvo en el caso de la de Religión, que en 1º de ESO y 2º de ESO cuenta con dos de tres opciones en gallego. 

"UN PLAN DE LA XUNTA CALCULADO E INTENCIONADO"

“Es una eliminación paulatina, intencionada y calculada de la eliminación del gallego en las aulas”, reprochan desde A Mesa, que interpretan así la estrategia de la Consellería de Educación cuando por norma dispone de libros de texto en castellano, con el consecuente perjuicio para las editoriales gallegas. “Se trata de un plan perfectamente calculado, siendo presidente Feijóo y ahora con Rueda, del que es conocida su especial animadversión a todo aquello con la lengua gallega, demostrada con su presencia en manifestaciones abiertamente galegofobas”, censura Maceira. 

En ese sentido, y cuestionado por Galiciapress, desde A Mesa no ven una apertura al diálogo desde la Xunta a partir de la llegada de Rueda al despacho de presidencia de San Caetano. La negativa del Gobierno popular para debatir la ‘Proposta de bases para a normalización do ensino en Galiza’, presentada por A Mesa y las principales organizaciones representativas de la comunidad educativa, que van desde las ANPAS hasta organizaciones estudiantiles, pasando por los sindicatos. 

“La Xunta y el PP nos dan por respuesta el veto sistemático a nuestra comparecencia en la Comisión de Educación del Parlamento de Galicia simplemente para explicar la propuesta”, afirma Maceira, cuando cuentan con un apoyo “mucho más amplio y significativo del que contaba el PP cuando aprobó el decreto”. 

“Lo señalaron desde el Consello de Europa en tres ocasiones y otras organizaciones internacionales pidiendo que se derogue el decreto para el plurilingüismo. Queremos que la enseñanza garantice la competencia lingüística en gallego al conjunto del alumnado, como establece la Carta Europea de las Lenguas Minorizadas. La enseñanza tiene que dejar de ser uno de los factores que haga que los niños y niñas abandonen la lengua. Lo que se hace desde casa lo deshace la escuela”, zanja Maceira, que espera que la Xunta “reflexione” sobre sus actuaciones en educación y en otro ámbitos, como el impulso del sector del juguete en gallego o del sector audiovisual: “Defender un país y gobernarlo no es destruir la lengua, la que nos conecta con nuestro pasado y con nuestro futuro”.