El policía nacional de A Coruña abatido a tiros en Burgos estaba investigado por narcotráfico
Óscar Piñón, el agente gallego abatido a tiros hoy por la Guardia Civil en Burgos "estaba investigado por narcotráfico". Son palabras de Pedro de la Fuente, subdelegado del gobierno en esa provincia. Lo investigaban en relación a una redada de cocaína rosa en Ferrol, su ciudad natal.
Asuntos Internos sospechaba que formaba parte de una organización criminal de narcotraficantes. Según fuentes policiales citadas por Radio Galicia, Piñón fue detenido en Ferrol hace un mes en una operación relacionada con la llamada cocaína rosa.
Con todo, quedó libre, se supone porque los indicios contra él no eran muy sólidos. Posteriormente, el agente pidió la baja, por motivos psicológicos.
¿ESTÁN CONTROLADAS LAS ARMAS EN LAS COMISARÍAS?
Esta mañana acudió a la Comisaría de Lonzas, en A Coruña ciudad. Allí estaba destinado en el equipo de seguridad y calabozos. Con todo, el motivo de su presencia tiene que ver con los trámites de su baja.
La Policía sospecha que forzó la taquilla de un compañero y se hizo con su arma reglamentaria. La duda que surge, por lo tanto, es si hay suficiente seguridad para controlar las armas fuera de servicio.
Al respecto, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) indica a Galiciapress que lleva tiempo demandando controles más estrictos para garantizar la seguridad de las armas en las comisarías. En concreto, preguntó recientemente al Cuerpo Nacional de Policía cómo estaba siendo aplicado el plan para comprar armeros con videovigilancia.
La respuesta que recibió de la División Ecómica y Técnica del Cuerpo fue que se lanzó un concurso en 2021 pero quedó desierto. "Por ello, y con vistas a poder proporcionar los servicios solicitados, está previsto que la misma se realizce de forma descentralizada por las diferencias dependencias territoriales", de lo que se deduce que en Lonzas no hay tales armerías.
CONTROL Y PERSECUCIÓN
Óscar Piñón tenía 23 años de experiencia en la Policía Nacional. Los investigadores creen que huyó en coche de Lonzas hasta que fue interceptado a la altura de Burgos por un control de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Escapó tras disparar contra los funcionarios pero su fuga acabó en una gasolinera, donde se produjo un segundo enfrentamiento a tiros, cuando fue abatido muriendo antes de que llegasen los servicios de emergencia sanitarios. Las imágenes captadas en el lugar muestran varios impactos de bala en coches patrulla de la Guardia Civil que acudieron a la estación de servicio de Villagonzado-Pedernales, Burgos, Castilla y León.
Según informa la Delegación del Gobierno burgalesa, el finado estaba de baja psicológica y desde hoy había pasado a segunda actividad "por insuficiencia de aptitudes psicofísicas", una situación, que estaba pendiente de notificar.
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