​Uno de cada cuatro parados gallegos vive en una situación de desempleo crónica

Galicia tiene un problema con el desempleo de larga duración, que afecta a más de la mitad de los parados de la comunidad. Tal y como recoge UGT en un análisis, desde el 2007, cuando en Galicia había solo unas 96.400 personas sin empleo, el paro de larga duración pasó de afectar al 27,7% al 58,2% actual. Esa tasa, con la cifra de paro actual, equivale a casi 119.000 gallegos que llevan un año o más sin poder entrar al mercado laboral, del total de 204.000 parados.

El sindicato valora que "en lo relativo al desempleo de larga duración los datos son desoladores y evidencian un problema que ya se convirtió en esctructural, en una gran lacra para la que, a la vista de los datos, la Xunta no parece encontrar soluciones". Además, ahonda en que "las cifras están ahí y detrás de ellas hay realidades familiares complejas".

Y es que "los datos evidencian que para muchos gallegos cada vez es más difícil salir del duro cículo del desempleo y, por tanto, de la precariedad más incisiva", como demuestra que uno de cada cuatro parados lleve en la misma situación cuatro años o más. Según los datos que maneja UGT, extraídos del Instituto Nacional de Estadística, son 49.100 personas "con familias detrás, que no consiguen escapar".

Por tanto, el sindicato reclama a la Xunta de manera urgente "que ponga encima de la mesa todos los mecanismos necesarios para romper el círculo vicioso que se instauró en el mercado laboral gallego". Apuestan, en este sentido porque las políticas activas de empleo se destinen "a elevar la empleabilidad de las trabajadoras y trabajadores".

En este ámbito, UGT denuncia que "la dotación presupuestaria para estas políticas disminuyó en más de 137 millones desde el 2008", un 36,12%.

Por tanto, el sindicato urge a que los gobiernos asuman su responsabilidade para que "la mejora de la situación económica sea percibida por la ciudadanía" y que al "banco de la recuperación" deje de faltarle "la pata más importante, la creación de empleo digno". El objetivo: dejar atrás el cóctel de "recortes, bajos salarios y altos índices de desempleo estructural que provocan pobreza y situaciones de exclusión social".