​Los eventuales del Sergas protestan ante un pacto de contratación que los considera “mano de obra de segunda clase”

(foto: SAGAP Vigo)

El Sindicato Sanitarios Galegos Públicos (SAGAP) ha comenzado a movilizar a los trabajadores eventuales del Sergas, recogiendo firmas y animándolos a presentar escritos de protesta a título individual contra una propuesta del Nuevo Pacto de Selección de personal Estatutario Temporal que los considera “mano de obra de segunda clase”.

Los escritos de protesta se están comenzando a entregar en la gerencia de los hospitales gallegos, algunos como el Cunqueiro de Vigo llegaron incluso a registrar colas. Todo para denunciar un borrador del “mal llamado pacto de contrataciones” donde según el SAGAP no se establecen de manera clara los tipos de nombramientos temporales existentes y los tipos de contratos que pueden ser ofertados, “dando lugar al abuso de la contratación precaria por días y horas” o a la “concatenación de contratos durante años”.

Del mismo modo, entienden que se trata de un texto “ambiguo e interpretable”, carente de directrices claras que garanticen la igualdad de los aspirantes independientemente del área en que se inscriban, sin resolver la “grave falta de transparencia” en la selección. Además, indican que la propuesta del Sergas señala "deberes " por parte de los aspirantes a cambio de simples "declaraciones de intenciones" por parte de la administración.

También critican que se limiten los derechos de los eventuales “no sólo si trabajan sino desde el mismo momento en el que aspiran a hacerlo”, vendiendo como un “gran logro” que se les permita pedir permiso “para que no nos llamen para trabajar durante tres días porque se nos ha muerto un hijo sin que por ello se nos penalice por rechazar un contrato que todavía ni se nos ha ofertado”.

Por todas estas razones, se oponen a un texto que además está siendo negociado “a espaldas de los directamente afectados”. Señalan que las organizaciones presentes en la mesa de negociación (CIG, CESM-OMEGA, CCOO, UGT, CSIF y SATSE) “no son las que sufren directamente” las consecuencias de lo pactado. Demandan que la administración y el resto de sindicatos hagan un esfuerzo para intentar “encontrar el máximo consenso y aceptación por parte del colectivo afectado”, ofreciendo su colaboración para conseguirlo.