Duras imágenes muestran "maltrato permamente" a ancianos en una residencia de Pazos de Borbén, denuncia Vellez Digna
La Asociación Galega de Familiares e Usuarios de Residencias lleva semanas denunciando ante la Xunta "maltrato permanente y una elevada tasa de mortalidad" en la residencia Mi Casa de Pazos de Borbén. Así figura en la documentación remitida hoy a Galiciapress, en la que Vellez Digna aporta supuestas pruebas fotográficas de graves carencias materiales y "falta de personal". La Xunta conoce el caso desde el 5 de mayo y ha mandado inspecciones. La residencia acusada prefiere no pronunciarse.
La Asociación Galega de Familiares e Usuarios de Residencias lleva semanas denunciando ante la Xunta "maltrato permanente y una elevada tasa de mortalidad" en la residencia Mi Casa de Pazos de Borbén.
Así figura en la documentación remitida hoy a Galiciapress, en la que Vellez Digna aporta supuestas pruebas fotográficas de graves carencias materiales y "falta de personal".
La Xunta conoce el caso desde el 5 de mayo y ha mandado inspecciones. La Administración admite "varias carencias". La residencia acusada prefiere no pronunciarse.
Anciano con llagas en una imagen remitida por Vellez Digna como parte de su denuncia contra la residencia Mi Casa
La imágenes remitidas son muy duras. Retratan, por ejemplo,"irritaciones por falta de cuidados por realizar solo tres cambios de pañal al día permaneciendo mojados o sobre sus heces varias horas cada día".
En las fotografías enviadas no se identifica a ninguna de las personas mayores, preservando su derecho a la intimidad. En las imágenes sí se aprecia heridas e infecciones, que pueden dañar la sensibilidad de algunas personas, pero que publicamos por su valor como supuesta prueba de la gravedad de lo denunciado:
Los denunciantes alertan de deficiencias en el cuidado sanitario que no son menores. Entre otras, "se administran opiáceos, sin realizar el registro obligatorio de los mismos", "evitan derivar a los enfermos al hospital, por insuficiencia respiratoria, escaras infectadas, isquemias, infecciones de orina, etc., tampoco se les lleva al médico, ni se comunica su estado a los familiares" o "a veces se da medicación caducada a los residentes".
La Xunta conoce estas denuncias oficialmente al menos desde el 5 de mayo, pues ese día el presidente del colectivo presentó la primera queja en el Registro, acompañadas de las imágenes.
VERSIÓN DE LA XUNTA
Galiciapress contactó esta mañana con Política Social y el Gabinete de Comunicación de la Presidencia de la Xunta para dar su versión de los hechos. La Administración ha respondido que "os servizos de inspección da Consellería de Política Social realizaron unha visita á residencia Mi Casa de Pazos de Borbén hai dúas semanas, no marco da actividade ordinaria deste servizo. Durante a inspección detectáronse varias carencias que xa foron notificadas ao centro, que se atopa dentro do prazo legalmente establecido para subsanalas".
LA RESIDENCIA PREFIERE NO HABLAR
Galiciapress también contactó esta mañana telefónicamente y por escrito con Residencia Mi Casa para explicar su punto de vista ante las graves acusaciones. "No quieren dar información alguna", indicó una trabajadora tras informar que iban a consultar el tema con la dirección.
Según figura en el Rexistro Único de entidades Prestadoras de Servizos Sociais, el centro lo gestiona una "iniciativa privada con ánimo de lucro", la empresa Rapesua SL en Amoedo, Pazos de Borbén, Pontevedra.
SUPUESTO PEOR TRATO A LOS DE LA PÚBLICA
La residencia cuenta con 55 plazas autorizadas, de las cuales 22 están financiadas por la Xunta. Una de las cosas que denuncian los familiares es que los ancianos de las plazas que paga la Xunta reciben peor trato.
Por ejemplo, alertan que "no facilitan colchón antiescaras para los residentes de plazas concertadas con la Xunta y las ulceras y escaras son frecuentes entre ellos, así como otros problemas de piel, que suelen complicarse por falta de asistencia sanitaria ( ni medico, ni enfermera, ni derivación a la sanidad pública )".
La lista de supuestas irregularidades es larga. Con todo, hay un caso concreto y reciente que muestra bien la presunta gravedad de la situación:
El pasado domingo 1 de mayo, una señora valida, ( A.C. ) se encontró muy desorientada, diciendo cosas incoherentes, con mareos y comportamientos extraños, a pesar de lo cual, no se la llevo al medico, ni se aviso a sus familiares, para que pudiesen hacerlo ellos, finalmente la señora se cayó, destrozándose gravemente la cara contra el suelo, a pesar de lo cúal tampoco fue llevada al hospital ni al médico, en su lugar le pusieron una bolsa de guisantes congelados en la cabeza, ya que no tienen ni bolsas de frio.
Los denunciantes también aportan fotografías de carencias materiales. Entre otras, sillas de ruedas con las ruedas rotas, "cableado a la vista con riesgo de incendio o electrocución", "colchones y almohadas rotas, desgastados e insalubres":
Las quejas también afectan a la comida. Tanto en lo referido a calidad, con el abuso de los precocinados; como al higiene, con material de cocina "insalubre" y recipientes "sucios"; como a la veracidad, con un menú en el tablón de anuncios irreal:
INSPECCIONES Y RENUNCIA DEL PERSONAL
Lo último sobre este caso es que la Xunta mandó varias inspecciones sociales y sanitarias; según indica en coversación telefónica representantes de Vellez Digna. Hay que recordar que este centro sufrió, como otros, varios brotes de covid que provocaron la muerte de algunos residentes. Uno de los últimos fallecidos por coronavirus fue un hombre de 92 años este enero.
Tras las reiteradas denuncias y las consecuentes inspecciones, la asociación reconoce que el higiene puede haber mejorado, pero se queja de que el personal sigue siendo insuficiente, pues dice solo se contrató a dos personas , más que renunciaron tras ver las situación del geriátrico. El colectivo pide la intervención de la residencia y el traslado de los ancianos.
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