La Xunta deja de rastrear la covid en las aulas cuando la incidencia entre adolescentes supera los 2.000, el triple que en España

La medida llega cuando aún están muriendo cuatro personas cada día con covid en Galicia. Además, se produce después de una explosión de positivos la última semana entre los menores, tras el carnaval.

Los centros de educación no se consideran "ámbitos vulnerables". Miles de madres y padres están recibiendo estos días avisos oficiales de las direcciones escolares informándoles de esta medida. 

¿Qué significa esti en la práctica? La principal novedad es que cuando salte un caso de covid-19 en la aula "no será necesario identificar los contactos estrechos dentro del ámbito educativo".

Es decir, las familias no tienen porqué enterarse si hay un positivo en la clase de sus niños. Si hay un positivo, no se harán pruebas ni siquiera a las personas que estuvieron más de 15 minutos cerca del individuo que dio positivo. Por ejemplo, dos alumnos que comieron juntos o dos pequeños menores de seis años compañeros de seis años (hay que recordar que los menores de 6 años no están obligados a llevar mascarilla).

CADA VEZ MÁS OPACIDAD INFORMATIVA

Por lo tanto, queda a criterio de la dirección de cada centro informar o no a las familias, para que estas tomen precauciones. Precauciones que son especialmente necesarias en las familias donde hay personas vulnerables, como suelen ser los abuelos y abuelas.

No es la primera acción que enturbia la transparencia de los datos de la pandemia este curso. El año pasado la Xunta informaba día a día de todos los casos en todos los centros educativos. Este curso pasó a informar semana a semana. Después dejó de informar de qué centros sufren casos, solo da datos globales por aulas.

Cuando Galiciapress cuestionó al presidente por esta evidente restricción de la información, Alberto Nuñez Feijóo indicó que la transparencia seguía siendo "máxima", pues en teoría las direcciones informaban a las familias si había compañeros que fueran positivos. En teoría, pues no había ningún protocolo que obligase a las direcciones a informar, queda a su criterio. En todo caso, con el nuevo modelo ni se rastrea ni se informa. 

TRANSMISIÓN ENORME ENTRE LOS ADOLESCENTES GALLEGOS

La medida se empieza a aplicar cuando el nivel de transmisión de coronavirus en las aulas y en la sociedad sigue siendo altísimo.

En el conjunto de la sociedad, la incidencia a 14 días es de 835 positivos por 100.000 habitantes, lo que sitúa a Galicia en el peor nivel posible del semáforo de alertas, riesgo de transmisión muy alto.

En los tramos de edad propios de la enseñanza  los niveles son aún mucho peores.  Entre los niños menores de 11 años la incidencia a dos semanas es de 820. Entre los adolescentes de 12 a 19 años la incidencia es un descomunal 2.138 positivos por cada 100.000 habitantes, según las cifras oficiales del Ministerio. 

Es decir, entre cada 100.000 gallegos de entre 12 y 19 años, hay 2 que han dado positivo en las últimas dos semanas. Los contagiados, teniendo en cuenta la alta cantidad de asintomáticos, son muchísmos más. 

En todo caso, 2.138 positivos por cada 100.000 adolescentes gallegos es una cifra desmesurada. Ningún otro grupo de edad en toda España soporta tantos. Es más, no hay ningún otro grupo de edad en todo el estado que llegue a los 2.000. La incidencia acumulada de los adolescentes gallegos, 2139, casi triplica la incidencia de la población española en general 430.

AÚN MUEREN CIENTOS DE GALLEGOS CADA MES CON COVID

"¿Qué importa si ya prácticamente no muere nadie con covid?", pensarán muchos. Todo depende de la empatía de cada uno de la perspectiva con la que se analicen los datos, claro. 

En el último mes han muerto 126 gallegos con coronavirus. Es solo el 0,57% de los que da positivo, pero ante la avalancha de contagios el número final de muertes es relevante.

En concreto, una media de 4 muertos al día con covid en Galicia en el último mes. Está claro que a las Administraciones -Xunta y Estado están dea cuerdo en esto- no le parece lo suficientemente relevante para intentar combatir el virus, pues ahora la estrategia solo es mitigarlo entre lso más vulnerables. En la práctica, esta jerga sanitabria implica que solo hay rastreos cuando salta un positivo en un ámbito vulnerable. Basicamente, en hospitales y residencias. 

TENDENCIA AL ALZA

El fin del rastreo en las aulas llega en un momento de altísima transmisión y, además, de empeoramiento. La semana pasada los casos activos entre la comunidad educativa no universitaria pasaron de 1.603 a 3.044. Es decir, casi el doble. 

Así las cosas, es de esperar que el virus siga contagiando masivamente a los menores. Algo que no supone un riesgo muy importante para su salud, especialmente ahora que casi todos los mayores de 6 años tienen las dos dosis de la vacuna. 

Eso sí, supone un riesgo añadido relevante para las personas vulnerables que conviven con menores, donde las tasa de letalidad  aún resultan considerables, pese a la gran protección que confieren las vacunas.