Según la investigación de la Operación Patos decenas de políticos y funcionarios recibieron relojes y joyas
Enrique Alonso Pais, responsable de Eiriña S.L., una de las dos empresas centrales de la trama de la Operación Patos, se aprovechaba presuntamente de sus "contactos políticos" con la delegada de la Xunta en Vigo María José Bravo Bosch para tratar de hacerse con la licitación de grandes obras.
Enrique Alonso Pais, responsable de Eiriña S.L., una de las dos empresas centrales de la trama de la Operación Patos, se aprovechaba presuntamente de sus "contactos políticos" con la delegada de la Xunta en Vigo María José Bravo Bosch para tratar de hacerse con la licitación de grandes obras.
Seis ayuntamientos (Vigo, Nigrán, Pontevedra, Santiago, Ourense y Ponteareas), la Diputación Provincial de Pontevedra, el Consorcio del Casco Vello y la Delegación de la Xunta en Vigo fueron investigados. Y parece ser que presuntamente allí es donde Pais hizo llegar obsequios navideños entre el 2007 y 2013 a decenas de políticos y funcionarios, según papeles recogidos en registros. A los investigadores de la UDEF les ha llamado la atención el valor de algunos obsequios que superan los 2.000 euros, como relojes y joyas, y que coinciden con la adjudicación de contratos.
Pais también tenía buena relación con Juan Ramón Alonso, por entonces apoderado de Cespa. La policía lo califica de «auténtico conseguidor» de contratas públicas para sus propias empresas o para Cespa e Idmaco. El implicado habría ayudado a Cespa a lograr un contrato en obras de jardinería en la avenida de Castelao «carentes de procedimiento administrativo de contratación alguna y en las que se evidencia el hecho de que estas se hacían primero y después se justificaban».
Las pesquisas de la UDEF apuntan también a la Diputación de Pontevedra y a cuatro contratos con la empresa Eiriña para dos campos de fútbol en Vigo (Coia y Coruxo) y otros dos en el municipio de Moraña. Enrique Alonso Pais habría contactado con el presidente Rafael Louzán y el vicepresidente José Manuel Figueroa. En este caso también se habrían amañado los concursos para que Eiriña resultase la adjudicataria de las obras.
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