Parecía que no iba a llegar nunca, pero finalmente ya hay Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez. Un equipo de 22 ministros, record en su número desde la constitución de la democracia. Un Ejecutivo que genera dudas en algunos y esperanza en otros. Lo importante es comenzar a gobernar, los resultados se irán viendo poco a poco, dicen los entendidos. Lo que ocurre es que el Gobierno de dos almas ideológicas bastantes diferentes entre sí hace presagiar tormentas ¿más pronto que tarde? Es la gran pregunta. El tiempo será el que muestre la respuesta. El Gobierno constituido, según dijo en su día Pedro Sánchez para justificar el pacto con Unidas Podemos es la voluntad de los votantes. “Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del Gobierno que han votado”, decía Alberto Moravia.
Los temas urgentes a los que va a tener que hacer frente el nuevo Gobierno son unos cuantos: pensiones, funcionarios, temas territoriales, infraestructuras y una larga lista de las otras cosas que ha tenido que prometer Sánchez para alcanzar la presidencia. Un saco de peticiones que no tiene fondo. Claro, que hay un “pequeño” problema para resolver que se llama presupuestos generales. Sin ellos todo lo prometido, aunque esté escrito, se lo llevaría el viento.
Los presupuestos, dentro de la carrera de obstáculos que tiene el Gobierno, por la frágil mayoría con la que cuenta para sacarlos adelante, es el segundo gran reto de estabilidad que se le presenta a corto plazo. Es necesario contar con presupuestos propios, aunque sean los primeros; después, a las malas, los prorroga, pero necesita contar con esos presupuestos y dejar atrás los de Rajoy.
La situación de Catalunya, los políticos presos, los huidos y las relaciones con la justicia son otros temas no menores a los que tiene que hacer frente el reelegido presidente, que se haya subido en un alambre tratando de hacer equilibrios para no caer al suelo, no tiene red.
A todos esos problemas hay que sumarle el malestar generado con el posible nombramiento de Dolores Delgado, exministra de Justicia, como nueva Fiscal General del Estado, que tanto ha incomodado a un sector importante de fiscales como a la oposición, que interpreta el nombramiento como una maniobra para controlar esta institución.
Los intentos de Pablo Iglesias de marcar perfil propio en el Ejecutivo y colgarse las medallas de los logros del Gobierno es tema que no se le escapa al presidente socialista, preocupa que esto sea así. Lo mismo que la presencia en determinadas manifestaciones vinculadas con el mundo independentista, caso de la última manifestación de apoyo a los presos de ETA en la que ha participado la formación morada.
Las expectativas de concesiones a los políticos presos catalanes está en punto de mira del mundo judicial y los partidos de la oposición, quienes se esperan alguna maniobra... La libertad dijo un día a la ley: “tú me estorbas” La ley respondió a la libertad: “yo te guardo “, dijo Pitágoras.
Con todos estos temas, el Gobierno no lo va a tener nada fácil. Aunque hay gobernantes que en la adversidad se crecen. Habrá que darle los cien días de gracia al Gobierno.
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