El Chimy apaga las luces de Vigo
Un gol del argentino a ocho minutos de la conclusión priva al Celta de una victoria que tuvo en la mano después del gol de Santi Mina.
Un gol del argentino a ocho minutos de la conclusión priva al Celta de una victoria que tuvo en la mano después del gol de Santi Mina.
Los que rechazaron ir a la Cabalgata de Reyes de Vigo y apostaron por pasar la noche en Balaídos esperaron irse a casa con un caramelo y se llevaron carbón. El Celta de Vigo solo pudo amarrar un empate en su casa después de igualar ante Osasuna, que se llevó un punto de su visita a Galicia gracias a un tardío gol del Chimy Ávila. Santi Mina hizo el 1-0 poco antes, pero el miedo a perder el terreno conquistado amilanó a un Celta que mereció mejor suerte.
En el primer tiempo ni Celta ni Osasuna generaron suficiente juego como para llevarse el partido. A pesar de todo, Aidoo de córner y Rubén García, por culpa de un mal despeje de Rubén Blanco, pudieron estrenar el luminoso, pero ambos se toparon con la madera. A la ocasión del ghanés hay que añadir una doble ocasión de los celestes, con un disparo de Rafinha que rechazó Herrera y que Mina mandó a la platea, aunque el linier anuló esta última ocasión.
PREMIO AL ESFUERZO
En la segunda parte el Celta salió más enchufado y apretó a los navarros, que solo pudieron frenar el arrebato celeste con faltas. Sin embargo, los de Arrasate necesitaban poco para crear peligro, con Chimy siempre rondando el área olívica.
Óscar García olió la sangre y fue a por los tres puntos dando entrada a Juan Hernández, que mejoró la imagen del cuadro celtiña y subió una marcha al juego. En el minuto 75, Aidoo se vistió de Rafa Márquez para poner un pase desde el campo vigués a la espalda de toda la zaga pamplonica para dejar solo a Mina, que con un sutil toque se libró del cancerbero y puso el 1-0 en el tanteador.
POCO CHIMY ES MUCHO
El gol animó al Celta, que pudo rematar el choque, pero también lo impacientó, lo que dio alas a un Osasuna que solo necesitó una cabalgada de Estupiñán por la izquierda. El ecuatoriano puso un centro precioso al corazón del área para la llegada de Ávila, que se anticipó a un Costas que pecó de ingenuidad para cubrir al argentino, que cabeceó con potencia a la red para poner el empate.
Era el minuto 82 y quedaba poco tiempo para la reacción, aunque el técnico celeste lo intentó dando entrada a Toro y Brais, que no pudieron más que ver como otros dos puntos se iban sin remedio de Balaídos. Queda el consuelo de que el punto saca a los vigueses del descenso. Esperemos que sus majestades traigan algún refuerzo y algo de suerte, o el carbón de As Pontes acabará todo en Balaídos.
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