​El Obra se desinfla en Zaragoza (96-64)

Las buenas sensaciones dejadas por el equipo de Moncho Fernández en su debut liguero se diluyeron ante el Zaragoza, que superó a los compostelanos en más de 30 puntos.

Derrota del Obradoiro en Zaragoza | Foto: Casademont Zaragoza

Las sonrisas con las que los aficionados abandonaron el Multiusos Fontes do Sar el pasado viernes so tornaron en caras largas este domingo después del tropiezo mayúsculo del Obradoiro en casa del Zaragoza. Los gallegos prácticamente no comparecieron en un partido dominado de cabo a rabo por el equipo maño, que vapuleó a un Obra que nada tuvo que ver con el de la primera jornada ante el Barça.

Este partido volvió a constatar, una vez más, que al Obra le pone más jugar contra los poderosos. El equipo de Moncho Fernández saca los colmillos más a menudo cuando tienen en frente a un Madrid, Barça o Baskonia. Sin embargo, ante un rival un poco más de su liga como es el Zaragoza, los compostelanos dejan ver todas sus vergüenzas. Solo hace falta echar una ojeada a los guarismos del primer cuarto: 32-12. 20 puntos de diferencia que se tornaron irremontables, y más después de un segundo cuarto catastrófico en la anotación donde solo se añadieron 8 puntitos a los números ya de por sí paupérrimos del Obra.

Cabe destacar el buen hacer de los anfitriones, desatados en los primeros diez minutos. Radojevic fue una pesadilla todo el partido, con 22 puntos que hundieron a un Obra al que no sostuvo nadie. Salvo Vasileiadis, el que más lo intentó, pero que hizo la mitad de los puntos del ala-pivot montegrino. Tampoco estuvieron finos Magee, Czerapowicz, y Muñoz, que deslumbraron ante el Barça, pero cuyo fulgor se desvaneció por completo en Aragón. Entre los tres sumaron solo un triple de las catorce veces que lo intentaron.

También volvió el equipo santiagués a estar flojo en el rebote, un aspecto que acabó siendo determinante en su derrota ante los azulgranas y donde tampoco lucieron en Zaragoza. En el segundo tiempo, los locales bajaron un par de marchas y el Obradoiro se reactivó tímidamente en el ataque, dejando la cuenta en el apabullante 96-64 final. Poco que celebrar y mucho que analizar en el viaje de vuelta, que de seguro se les hizo largo a los gallegos.