El exdirector de ABANCA juzgado se ve "un chivo expiatorio" para justificar la mala gestión de la entidad
La "pública y notoria" mala gestión de ABANCA está detrás de la acusación de fraude contra el ex-responsable de la sucursal de Entrimo,alega su defensa. Los auditores afirman que había una contabilidad paralela aunque admiten que es difícil de cuantificar.
La "pública y notoria" mala gestión de ABANCA está detrás de la acusación de fraude contra el ex-responsable de la sucursal de Entrimo, alega su defensa. Los auditores afirman que había una contabilidad paralela aunque admiten que es difícil de cuantificar.
La defensa del exdirector de un banco de Entrimo (Ourense) acusado de apropiación indebida de fondos de sus clientes entre los años 1998 y 2015 por importe de 1,5 millones de euros ha considerado este jueves que su cliente es "un chivo expiatorio" para justificar la "pública y notoria" mala gestión de la entidad.
El ex-director de la oficina de ABANCA en Entrimo en el banquillo de los acusados
Así lo ha explicado en sus conclusiones elevadas a definitivas en la segunda sesión del juicio oral celebrada este jueves en la Audiencia Provincial de Ourense.
Respecto a las pruebas documentales que obran en la causa y que recogen copias parciales de las cartillas de los clientes supuestamente estafados, el letrado ha considerado que "han sido evidentemente manipuladas por la entidad bancaria a su gusto y capricho".
En este marco, la defensa también ha dicho entender que "no se ha probado nada en este juicio". "No existe ningún documento original en la causa que acredite de forma directa que mi cliente se ha adueñado de dinero, ha falseado algún documento o ha dado algún extratipo", ha continuado el letrado de la defensa.
Por este motivo, el letrado de la defensa ha solicitado que se aplique el principio de presunción de inocencia a su cliente y ha dicho que corresponde la completa absolución del imputado.
Asimismo, en cuanto al concepto de responsabilidad para el que el Ministerio Fiscal solicita que el acusado indemnice con 1,5 millones de euros a la entidad bancaria por el perjuicio que ha tenido que reponer a sus clientes, el abogado de la defensa ha concluido que "todo el dinero que no entra en la esfera patrimonial del banco no supone un daño ni una merma para la entidad" y, por tanto, "el banco no puede reclamar".
Es más, ha abundado en que "si por política comercial el banco quiere quedar bien con sus clientes y decide pagarle una cantidad completamente desproporcionada" es decisión suya, pero "no se le debe reclamar a mi cliente" porque entiende que no le corresponde.
En su derecho a la última palabra el acusado se ha limitado a señalar que "nunca" se aprovechó de "nada" y que se considera "totalmente inocente".
FISCALÍA Y ACUSACIÓN PARTICULAR VEN APROPIACIÓN INDEBIDA
Por su parte, la Fiscalía ha sostenido una postura radicalmente opuesta. El fiscal Ucha ha manifestado que el acusado "ocultaba bajo una apariencia de legalidad" las disposiciones indebidas de capital y el desvío de fondos que los clientes entregaban en efectivo y que el imputado no contabilizada.
El engaño se lograba, según ha explicado el Fiscal, con la emisión de certificaciones falsas y las "anotaciones contables ficticias" mecanografiadas en las cartillas de hasta 13 clientes.
Por su parte, la acusación particular como representante de la entidad bancaria, ha entendido que queda probado "el delito de apropiación indebida para sí o en su caso para un tercero" de dinero recibido en depósito y ha considerado asimismo que el acusado actuó con "una voluntad dolosa" provocando un perjuicio a la entidad que tuvo que reponer los fondos supuestamente estafados.
PETICIONES DEL FISCAL Y DE ABANCA
El Ministerio Fiscal ha solicitado para el exdirector de banco una condena de prisión de seis años y una responsabilidad civil de 1.5 millones de euros con los que imputado deberá indemnizar a la entidad.
Por su parte, la acusación particular pide que se le eleve la pena de prisión a nueve años porque considera probada la agravante de "abuso de confianza" por parte del director para con los 13 clientes afectados, que comparten un perfil de avanzada edad y en su mayoría de origen luso o residentes en el extranjero con escasos conocimientos de operaciones bancarias.
LA EXISTENCIA DE UNA "BANCA PARALELA"
Al comienzo de la segunda sesión del juicio oral también han comparecido en calidad de peritos tres auditores de la entidad bancaria que se han referido a la existencia de una especie de "banca paralela".
De este modo, han señalado que el acusado "no registraba los fondos entregados en efectivo por los clientes afectados", sino que "se los guardaba" y los utilizaba para "cubrir cantidades anticipadas a otros clientes, pagar extratipos y mantener la buena situación de la oficina con el fin de que no hubiese reclamaciones".
Los auditores también han apuntado a la "dificultad" de cuantificar de manera precisa el perjuicio supuestamente producido por el acusado directamente a la entidad bancaria e indirectamente a cada uno de los perjudicados, ya que la mayoría de operaciones bancarias eran movimientos en efectivo que no quedaban registrados en la contabilidad del banco.
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