Nacido en Ourense en 1967. Estudou Maxisterio por Ciencias,especialista en Música. Licenciado en Ciencias Matemáticas especialidade de Estadística e Investigación Operativa na UNED.Postgrado de Experto Universitario en Modelización de Riscos en Entidades Financieiras. Escrebo en varios diarios de Galiza, nalgúns co pseudónimo de José Luis Fernández Carnicero. Mestre de Educación Musical no C.E.I.P. Calvo Sotelo (Carballiño). Membro da Sociedade cultural: O Liceo de Ourense. Membro do Consello Escolar de Galiza e do Consello Escolar Municipal de Ourense. |
“En Carballiño hay buena carne, pan y vino”, así decía el refrán de los más mayores, y antes o después de eso apareció el pulpo. Actualmente, este molusco cefalópodo, tiene un precio tan prohibitivo que los caminos gastronómicos toman rumbo a pratos clásicos de calidad.
Estoy visitando el asador Veracruz, que bajo un entorno fabuloso frente a la iglesia modernista del arquitecto Antonio Palacios, abre sus puertas en el año 2000. José Manuel de la Fuente ofrece varias especialidades de las que bien puede estar orgulloso. Bacalao, anguílas y churrasco, además de pulpo a la feria, elaborado con esmero, son ofertas que con precios populares sirven de reclamo cada semana a este rincón carballiñés.
Las gentes toman nota poco a poco, así cada fin de semana, los que vienen de paso pueden degustar las croquetas de pulpo que siempre incluyen en el menú del día. Buena atención de José Manuel, que no cesar de avivar las brasas para tener todo bien preparado para el churrasco. Pola semana, las gentes de los pueblos llenan el comedor. El vino de Cabanelas levanta el espíritu al más deprimido, y junto con el pan, la carne y el cocido, crea un ambiente excepcional sin un umbral sonoro que distorsiona tantas veces el placer de la degustación.
Los caminos de Carballiño nos conducen muchas veces a los lugares de siempre. En contadas ocasiones le damos oportunidades a los nuevos empresarios que con ilusión y valentía, se adentran en el mundo da restauración, siempre complejo y arriesgado. Asi que ya tenemos otra escusa para visitar la Villa del Arenteiro y comer algo más que pulpo. Por eso de variar un poco.
Escribe tu comentario